Estrella Trujillo
El martes, en el Senado de la República, se llevó a cabo una larga e histórica sesión. No sólo porque los legisladores innovaron una forma a distancia de legislar para evitar contagios virulentos, sino porque a lo largo de cuatro horas discutieron, debatieron y finalmente acordaron votar por unanimidad elevar a rango Constitucional lo que anteriormente –y a lo largo de muchos gobiernos—eran meramente programas asistenciales.
Hoy, lo que se ha considerado y denominado Estado de Bienestar está ya plasmado en la Carta Magna del país y los beneficios sociales irán permeando hacia diversos sectores considerados vulnerables.
La reforma realizada ayer por los legisladores de la sexagésima cuarta legislatura arrojan que, independientemente del proyecto o la ideología que se encuentre en el gobierno, el Estado deberá garantizar derechos como el acceso a la salud de toda la población, el apoyo a personas con discapacidad, a personas indígenas, a adultos mayores de 65 años y más, y a estudiantes de todos los niveles educativos pertenecientes a las familias que se encuentren en condición de pobreza.
En una reflexión de lo hecho antier ante el pleno del Senado de la República, el legislador y líder de la Junta de Coordinación Política de dicho órgano, Ricardo Monreal Ávila considera que es especialmente importante en los momentos actuales, donde México y el mundo atraviesan por una de las crisis sanitarias y económicas más intensas de los últimos años, la provocada por el Covid-19, conocido coloquialmente como Coronavirus.
Observa no sin razón que históricamente, la población más vulnerable es la que resulta más afectada durante este tipo de contingencias. Es este sector el que con mayores dificultades accede a servicios de salud efectivos, o a quienes los apoyos liberados para tratar de equilibrar las finanzas públicas y las economías difícilmente benefician.
Luego de ejemplificar con dos crisis económicas del pasado reciente, Monreal Ávila expone que hoy, más que nunca, tenemos que asegurar que los recursos que se destinen a paliar sus efectos, lleguen a quienes más lo necesitan, pero también que las medidas sanitarias para evitar su contagio no afecten tan duramente a aquellas personas que tienen que trabajar todos los días para poder sobrevivir.
Ubicando su reflexión en los efectos sociales y económicos que traen ya consigo la crisis mundial sanitaria, y la concreción de elevar a rango constitucional las políticas sociales del actual gobierno, Monreal Ávila considera que el presidente López Obrador, “ha manejado la situación de manera prudente, sensata y correcta la crisis, pues ha seguido todas las recomendaciones necesarias para disminuir al máximo el riesgo de contagio, pero también ha llamado a la calma para no afectar la dinámica económica diaria del país.
“Ha anunciado medidas económicas no para rescatar solamente negocios sino para atender a los más vulnerables y ha hecho un llamado a los empresarios a que tengan dimensión social para que no solo respeten los derechos laborales de sus empleados, sino además apoyen a la emergencia sanitaria”.
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