
"Fue un ataque sin sentido que no tuvo otro propósito que infundir el terror e intentar promover las divisiones", ha dicho el jefe de la UNAMA, Tadamichi Yamamoto, en un comunicado publicado por la misión.
"Los organizadores de estos ataques y aquellos que apoyan estos crímenes cínicos deben rendir cuentas y ser llevados ante la justicia", ha sostenido, antes de recalcar que "en un momento en el que los afganos exploran vías hacia una paz muy necesaria no se puede permitir que estos ataques disuadan la determinación colectiva de lograr progresos para poner fin al conflicto".
En este sentido, Yamamoto ha destacado que "la ONU está con los afganos como gesto de solidaridad y sigue comprometida con el proceso de paz liderado por afganos que pondrá fin a la guerra y permitirá a Afganistán destinar más recursos a proteger a los ciudadanos de estas atrocidades".
Dostum había permanecido cerca de un año por motivos médicos en Turquía, si bien ha sido acusado de intentar evadir a la justicia, dado que está siendo investigado por secuestro y abusos sexuales a un opositor político. La autoría del ataque fue reclamada por Estado Islámico.
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