Al minuto

El Dr. Salvador Calva, notable personaje

 

La vida lo lleva a uno por senderos inimaginables. Hace unos días, con la llave maestra de Abel Pérez Rojas, vecino de estas páginas en e-consulta, descubrí a un personaje excepcional. 

 Me refiero a al doctor Salvador Calva Morales, rector de la Universidad Mesoamericana (en 1982 fundó el sistema educativo que con esta razón social tiene planteles universitarios en ocho estados del país), un hombre con muchos saberes y que, como los grandes, mantiene una imagen modesta pese a su notable carrera académica y éxito empresarial. 


 Es médico veterinario zootecnista, pero además con maestrías en Administración y Docencia Universitaria. Recibió el Doctorado Honoris Causa por The England and Wales University, en Londres, Inglaterra y otros cuatro por sendas universidades mexicanas.



 Ha escrito dos decenas de libros con un temario amplio, pero especialmente sus reflexiones en torno a la educación y el desarrollo humano son realmente trascendentes. Deja huella también en la poesía y extiende al campo de la pintura sus habilidades. Toca al menos cuatro instrumentos: piano, salterio, guitarra y violín. 



Es amante de los animales y las plantas, pinta, y ha tenido gestos altruistas a lo largo de su vida. Sabe cuidar las formas, con esa clase de atenciones que la vertiginosa vida actual casi ha borrado. Ejemplo: hace unos días, al asistir a una solemne ceremonia en uno de sus planteles aquí en Puebla, personalmente cuidó que a cada invitado se le entregara un paquete debidamente presentado con los libros de su autoría. 


 Lo admirable es que a sus 79 años tiene una actividad dinámica, como si estuviera inaugurando el día. Se advierte un sentido humanitario en su figura, en sus palabras, en sus textos.



 Es orgullosamente mexicano, pero su imagen, desde cierto ángulo, nos remite a los experimentados sabios orientales. Él marca el tiempo de su día, mide sus palabras al hablar, atiende con la mirada y ademanes a sus invitados, la cordialidad es su lenguaje corporal.


 Casi como su sombra, ahí muy cerca, está Abel Pérez, distante en edad del personaje, pero con una singular relación cercana a la hermandad entre ambos. Abel tiene luz propia. Poeta, comunicador y doctor en educación permanente, dirige desde 2006 la red internacional de difusión del saber denominada Sabersinfin.com, con presencia en un centenar de países. 



 Por su obra poética ha recibido múltiples reconocimientos dentro y fuera del país y mantiene una ubicuidad exitosa con sus artículos, disertaciones, comentarios y cinco libros de su autoría. 


Su pasión es la poesía y no para de establecer relaciones, hacer entrevistas a poetas de otras latitudes y organizar actividades culturales, en esto último es un experto nato. Recién encabezó un encuentro de poetas latinoamericanos y ya corre el lápiz preparando otras actividades trascendentes para el año próximo, sin dejar de editar libros y animar encuentros literarios en varios escenarios.



 Como editor es un hombre cuidadoso y creativo. Por todo esto y más, él fue uno de los seis destacados académicos reconocidos con la distinción de Doctor Honoris Causa de la Universidad Mesoamericana, en el marco de una solemne ceremonia en uno de los estupendos recintos de esa casa de estudios en esta capital. Con el ánimo de hurgar más en la polifacética y admirable personalidad del doctor Salvador Calva Morales en otra oportunidad, cerramos con algunas reflexiones suyas tomados de su libro Caractitud, concepto éste ingenioso de su propia creación, donde funde dos aspectos fundamentales de la personalidad humana: el carácter y la actitud. 


 “Humildad es asumir tu valor real, saber que no eres ni más ni menos que otros, porque eres único y no hay punto de comparación. 


Por lo tanto, no hay máscaras, apariencias ni presunción. Podrás abrirte a exponer aquellas necesidades que no puedes satisfacer solo, y que, aunque otros digan que eres débil, incapaz o dependiente, tu valor no cambiará en función de sus opiniones.


 El amor propio y la aceptación personal, te permitirán alcanzar una paz mental que pocos conocen. Ya no buscarás complacer a nadie, tu única competencia será tú mismo y soltarás muchas máscaras que, con el paso de los años has ido adquiriendo. Ámate y estarás más cerca de ser feliz.” ¡Salud, apreciable doctor Salvador Calva Morales! xgt49@yahoo.com.mx

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