ALMINUTO.MX Por Merlín.
Lo que aquí le adelantamos desde hace varios meses atrás se confirmó Francisco José Romero Serrano fue destituido por el Congreso del Estado y dejó de ser el Auditor Superior del Estado después de haber ocupado el cargo un poco más de dos años donde desde el primer día en que llegó a su lujosa oficina empezó a dar de gritos a sus asistentes para que lo atendieran de inmediato y le llevaran su coca cola bien fría y con hielo no sin antes leerles la cartilla y prohibirles entrar por la puerta principal a todos los empleados.
Romero Serrano empezó desde el primer día hacer buenos negocios al mandar hacer el logotipo y manual de identidad de la ASE con la empresa H2 que dicen cobró una cifra millonaria por este y otros trabajos como la señalética, además el entonces auditor compró a un alto precio varias macetas enormes que junto con las plantas adornan los pasillos de la Auditoria.
Y luego se empezó a dar sus lujos se compro dos lujosas camionetas las cuales mando blindar por temía sufrir un atentado decían sus más cercanos, además diariamente los mejores restaurantes de Puebla llevaban desayuno y comida hasta su oficina mientas los empleados comían raquíticamente en el restaurante improvisado en el edifico de la auditoria.
Pero no conforme el auditor aprovechó la pandemia de Covid -19 y a través de sus familiares y empresas vendieron grandes cantidades de sanitizantes a los ayuntamientos de la entidad poblana.
Pero de pronto varios alcaldes inconformes con la presión que ejercían sobre ellos desde la ASE denunciaron esto ante quien manda en Puebla y Romero Serrano empezó a caer de la gracia y más cuando se supo de que el y la entonces alcaldesa Claudia Rivera se reunían en privado y las cuentas publicas salían muy limpias y el entonces diputado local Gabriel Biestro tronaba de coraje.
Otro error que cometió Francisco Romero Serrano fue incorporar en su equipo cercano a varios ex morenovallistas y marinistas y esto obvio molesto a quien despacha en la oficina principal de Casa Aguayo desde donde ordenaron el cese inmediato y al auditor no le quedo de otra más que despedirlos.
Pero dicen que los negocios en la auditoria continuaron y de pronto la desconfianza creció y las puertas de Casa Aguayo se le cerraron a Romero Serrano y desde el mes de abril del 2021 ni las llamadas le tomaban pero el auditor saco a relucir su soberbia y empezó a divulgar que el cargo se lo debía al Congreso del Estado y a nadie más, esto se supo de inmediato y al más alto nivel se tomo la decisión de mandar reformas constitucionales al Congreso Local para modificar los artículos 12, 57, 113 y 125 de la Constitución local, ahí empezó la cacería sobre Romero Serrano quien antes de ser destituido tuvo un problema legal que lo llevo recientemente a la cárcel desde donde debe de estar arrepentido de jugarle las contra a quien gobierna Puebla.
Por cierto que aún hay varios recomendados de Francisco Romero Serrano despachando en la Auditoría Superior del Estado.
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