DURANTE EL CICLO MENSTRUAL DE ESTUDIANTES Y RECLUSAS.
· Los planteles educativos del país no están equipados con los servicios necesarios para que las alumnas atiendan su ciclo menstrual.
· La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad señala que 60 % de las mujeres reportan falta de productos de higiene menstrual en los centros penitenciarios.
Nancy de la Sierra Arámburo, integrante del Grupo Parlamentario Plural en el Senado de la República, presentó ante el Pleno una iniciativa que reforma la Ley General de Educación y la Ley Nacional de Ejecución Penal; esto tras la reciente aprobación de la eliminación del IVA sobre toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, entre otros productos, para favorecer la equidad menstrual.
Las modificaciones buscan facilitar el acceso gratuito a los productos de gestión menstrual para niñas, mujeres y personas menstruantes en las escuelas públicas del Sistema Educativo Nacional; incluir la educación menstrual dentro de los programas de educación sexual del Sistema Educativo, así como establecer de manera expresa la obligación de las autoridades penitenciarias sobre la adquisición y dotación de productos de gestión menstrual a las mujeres privadas de la libertad.
“Ninguna niña debe suspender su educación a raíz de un proceso fisiológico tan natural como la vida misma. Así como ninguna mujer privada de la libertad debe sufrir ataques a su salud para lograr su reinserción social”, explicó la senadora por Puebla.
Durante su intervención en tribuna hizo hincapié en que la pobreza menstrual es una realidad innegable en México, que afecta a millones de mujeres al carecer de acceso a productos menstruales, a educación sobre la menstruación, así como a servicios de agua y drenaje para gestionar este proceso biológico.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) cuenta con innumerables testimonios de mujeres en prisiones, quienes narran con justa indignación cómo se ven obligadas a usar trapos o ropa para atender su menstruación; lo que representa un proceso natural incómodo, doloroso y de alto riesgo para su salud por la alta probabilidad de contraer infecciones.
Al proponer que se garanticen condiciones íntimas, cómodas, seguras y dignas, Nancy de la Sierra concluyó su intervención expresando que “tenemos la obligación de garantizarles espacios salubres y seguros que las acojan, protejan y potencien sus talentos. Es por eso que, hasta que la menstruación deje de costarle su educación a las niñas mexicanas, seguiremos exigiendo: ¡Menstruación digna para todas!”.
La propuesta fue turnada a las Comisiones Unidas para la Igualdad de Género y de Estudios Legislativos Segunda, en donde será analizada y discutida.
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