Renuncia de Romero Deschamps: justicia a secas

 José Luis Camacho Acevedo Ayer que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la salida de Carlos Romero Deschamps como trabajador activo de Pemex, vino a la mente de muchos mexicanos la idea que el exlíder sindical sea castigado por la enorme corrupción que se gestó con su presencia y que debe regresar lo que robó a los trabajadores. Tal vez una de las historias más negras de la corrupción en México sea la del ahora exlíder del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps. Tras 26 años de manejar a su antojo las cuotas sindicales de los trabajadores de la mayor paraestatal que tiene el gobierno federal, hace poco se dio a conocer que la Unidad de Inteligencia Financiera abrió hasta 12 investigaciones contra Romero Deschamps y otras personas, por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita por lo que, a petición de la Fiscalía General de la República, se solicitó información a la CNBV, sin que se hayan bloqueado las cuentas bancarias de dichas personas. Enfrentado a un escenario catastrófico desde que su abogado, Juan Collado, fue detenido cuando ambos comían en el lujoso restaurante Mortons de la avenida Las Palmas de la CDMX, ayer presentó su renuncia a la paraestatal a petición del presidente López Obrador, quien reconoció que, aunque era legal, era moralmente incorrecto. En el caso de Romero Deschamps, el gobierno del presidente López Obrador quizás ahora después de su “renuncia” voluntaria ahora permita que tanto la UIF como la fiscalía procedan en contra del exdirigente por los delitos que se le imputan, entre ellos el de lavado de dinero. La sola renuncia de Romero Deschamps sería solo justicia a secas, una que tanto reclama la sociedad en general ante tanta corrupción y los trabajadores de Pemex en particular. Ilustra lo anterior las expresiones al respecto del líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal: Bajo la premisa de “no hacer leña del árbol caído”, el político zacatecano opinó que desde hace meses era recurrente la opinión en el sentido de que Carlos Romero Deschamps debería dejar la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros, y ahora el puesto que aún conservaba en la empresa petrolera. 

 Además, apuntó que hay un cambio de régimen en el país, en donde se han expresado distintas opiniones. “Yo al menos, creía que iba a ocurrir hace ya tiempo”, expresó en su momento el Coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República. Romero Deschamps exhibió de una manera ofensiva su corrupción. Yates, sus hijas mostrando caras joyas y perros de raza que son dignos de la realeza europea y no de la descendiente de un trabajador que inició su carrera como chofer de la empresa. Aquí no cabe sino decir que Romero Deschamps enfrente la sentencia del derecho que dice que la ley es dura, pero es la ley. 

 EN TIEMPO REAL 1.- Toda una sorpresa el regreso de la exlíder sindical Elba Esther Gordillo, como candidata plurinominal del partido Redes Sociales Progresistas, sin embargo, no todos en el partido están contentos con esta pretensión, pues trascendió que esta exigencia ha generado una discusión entre la maestra y su yerno Fernando González, quien se opone a dicha candidatura que le manifestó su suegra hace unas semanas. 

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