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¿Quién mandó matar al político José Francisco Ruiz Massieu?

¿Quién mandó matar al político José Francisco Ruiz Massieu?






A 20 años distancia aún se ignora quién ordenó y por qué el asesinato del ex cuñado del presidente Salinas; el autor material del crimen aún se encuentra preso

Septiembre 27, 2014
Por Ariadna García

(Foto: Archivo/EL UNIVERSAL)

A 20 años distancia aún se ignora quién ordenó y por qué el asesinato del ex cuñado del presidente Salinas; el autor material del crimen aún se encuentra preso

11:16
A 20 años distancia aún se ignora quién ordenó y por qué el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.

El homicidio del político guerrerense, el 28 de septiembre de 1994, sacudió al país por segunda ocasión en ese año, tras el magnicidio de quien era candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Hoy quedan cuatro personas en prisión por la muerte de quien fue el cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari:

Daniel Aguilar Treviño, autor material del homicidio; Fernando Rodríguez González y Jorge Rodríguez González, como coautor intelectual y cómplice, así como la vidente Francisca Zetina La Paca.

En la sentencia por homicidio en contra de Raúl Salinas de Gortari, el juez nunca señaló el móvil del crimen.

“Quedó un resentimiento en el acusado hacia la víctima y entre ambos no existía buena relación, por lo que no se puede afirmar con exactitud el móvil del crimen”, argumentó el juez Ricardo Ojeda Bohórquez.

Según el juez tercero de Distrito, Ojeda Bohórquez, había distanciamiento entre Raúl y José Francisco por el divorcio de éste con Adriana Salinas y por diferencias derivadas de cargos políticos en los que ambos coincidieron.

“Sin embargo, para efectos penales, esa situación resulta irrelevante cuando el autor intelectual niega su participación y existen datos suficientes que acreditan su responsabilidad, pues en estos casos, el móvil sólo lo sabe el autor intelectual”.

Las videntes y el esoterismo

La historia del asesinato fue más allá de las polémicas generadas por acusaciones en contra de su partido (PRI); denuncia en contra de su ex cuñado Raúl; contradicciones de su hermano Mario, quien se suicidó en Estados Unidos, y hasta esoterismo para encontrar culpables.

Habían pasado apenas seis meses del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta; nueve del levantamiento armado del EZLN en Chiapas y casi un año del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

El 28 de septiembre de 1994, a las 9:28 horas (según consta en el expediente) el entonces secretario general del PRI, representante de su partido ante el IFE —hoy INE— y diputado federal electo para la LVI Legislatura, José Francisco Ruiz Massieu, salió del Hotel Casa Blanca, a unos pasos del monumento a la Revolución, en la ciudad de México.

Ruiz Massieu, quien sería el coordinador del tricolor en la Cámara de Diputados y se perfilaba para presidente de ese órgano, había congregado a 180 diputados con quienes desayunó y les hizo anuncios sobre lo que sería la legislatura a iniciar el 1 de noviembre.

Acompañado por algunos de los diputados electos, Ruiz Massieu salió del inmueble y se dirigía hacia su automóvil, el cual decide manejar él mismo. Pide a su chofer que se vaya en el auto de atrás. El secretario general del PRI se hace acompañar del diputado electo, Heriberto Galindo, y el subsecretario del CEN del PRI, Roberto Ortega Lomelí.

Con el auto apenas en movimiento, un sujeto se acerca hacia la ventana del lado del piloto, en donde iba José Francisco. Con una pistola calibre 9 milímetros dispara en el lado izquierdo del priísta a través del vidrio.

El asesino intenta hacer una segunda detonación, pero el arma se traba, lo que provoca que de inmediato el hombre emprenda la huida hacia el Paseo de la Reforma, sobre la calle de Lafragua. Todo ante la mirada de colaboradores, guardias de seguridad, diputados electos, gente que por pasó ahí en ese instante y un policía.

La persecución comenzó en contra de quien disparó y antes de llegar a Paseo de la Reforma se topó con un policía bancario, quien lo encañona, somete y detiene.

Para febrero de 1995, el fiscal Pablo Chapa Bezanilla anuncia la detención de Raúl Salinas de Gortari, a quien acusa de estar involucrado en el asesinato.

En 1996, la vidente Francisca Zetina los engaña y lleva a la finca El Encanto, donde exhuman restos de quien se supone es Manuel Muñoz Rocha, diputado federal y cercano colaborador de Raúl. Nunca se supo de su paradero, sólo versiones que terminan en leyenda de que lo han visto en Estados Unidos y hasta en Oceanía.

Tras 10 años en prisión, en 2005, un juez determina que no existen pruebas suficientes en contra de Raúl Salinas por el asesinato de José Francisco, por lo que sale de prisión para sólo litigar las acusaciones por enriquecimiento inexplicable.

A 20 años de distancia, la verdad histórica y legal sobre el asesinato de Ruiz Massieu sigue siendo un enigma.


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