Caso Chalchihuapan desnudó 4 realidades de RMV en la opinión nacional
Por Fermín Alejandro García
La liberación de cuatro presos políticos que indebidamente fueron acusados de la muerte del niño Luis Alberto Tehuatlie Tamayo contribuirá a que el caso de la represión de Chalchihuapan crezca como una bola de nieve, que por ahora es difícil saber si podría empujar la caída del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas. Sin embargo, esta crisis sí ha provocado un importante efecto en la opinión pública nacional, el cual desnuda al mandatario poblano como un represor, carente de un equipo eficiente, que enfrenta una rebelión social, que es partidario de los montajes policiacos y que ya perdió a los aliados fuertes que lo podían defender.
Frente a tales circunstancias queda claro que al día de hoy Rafael Moreno Valle se ha ubicado en el punto más alejado para acceder a una candidatura a la presidencia de la República, y que de ahora en adelante, sobre todo luego del anuncio que ha hecho la Comisión Nacional de Derechos Humanos de que podría haber juicio político en su contra, lo único que le queda al mandatario es maniobrar para frenar la crisis que padece y poder terminar su sexenio.
Ese futuro prometedor y exitoso que vendió a muchos grupos políticos y a su equipo de colabores se está desmoronando cada día que pasa. Sobre todo cuando a nivel nacional quedaron exhibidas las cuatro siguientes verdades de Moreno Valle:
1. Que es un gobernante represor, pues él mismo se exhibió que frente a una pequeña comunidad campesina, como es San Bernardino Chalchihuapan; fue capaz de mandar todo un aparato de gorilas a cometer las peores barbaridades humanas, como fue encarcelar a cuatro labriegos inocentes, entre ellos un hombre de 75 años que solamente iba caminando por el rumbo; que lanzaron gases y balas de goma de manera indiscriminada contra mujeres y niños, lo que provocó la muerte del menor Tehuatlie Tamayo, y que se quiso llegar al extremo, de culpar a la madre del infante de ser la causante del homicidio.
El problema de fondo, que es algo que al parecer todavía no acaba de comprender el jefe del Poder Ejecutivo, es que no se estaba reprimiendo a narcomenudistas, a vendedores de autopartes robadas, a comerciantes de Tepito, a barras violentas del futbol o alguna tribu urbana, sino que aventó un fuerte aparato policiaco contra una comunidad que protestaba por una causa noble y legitima, además de sensible para la opinión pública, que era la negativa a que les retiren el registro civil.
2. Que Moreno Valle es partidario de los montajes policiacos, al estilo del otrora jefe de la Policía Federal Genaro García Luna. Por eso la administración morenovallista no se conformó con negar el uso de balas de gomas y los excesos de los granaderos, sino que llegó al extremo, a la torpeza, el absurdo, la estupidez y el cinismo de detener a cuatro pobladores, a quienes acusó de tentativa de homicidio, con el pequeño detalle de que los aprehendió mucho antes de que ocurriera la muerte del niño Luis Alberto Tehuatlie Tamayo.
Por eso es entendible que en la Secretaría de Seguridad Pública esté empleada Ofelia Flores Ramos, quien en el sexenio antepasado, bajo las órdenes de García Luna, fue responsable del montaje contra la francesa Florence Cassez. Ahora esta mujer coordinó el operativo contra la población de Chalchihuapan.
3. Que existe una rebelión social contra Rafael Moreno Valle Rosas. El conflicto de Chalchihuapan es consecuencia de que docenas de comunidades se han levantado en contra del gobernador de Puebla, quien ha marginado a todas estas localidades de obra pública, de servicios de salud, de programas para el agro, de políticas destinadas a combatir la pobreza y de cosas básicas, como es el registro civil o tener cerca una agencia del Ministerio Público.
El mandatario supuso que la población iba a aguantar los seis años de su gobierno sin reaccionar contra los abusos y el desprecio que les ha expresado el mandatario. Pese a los hechos violentos del pasado 9 de julio, se percibe a muchas comunidades, al margen de los partidos políticos, las iglesias o grupos de poder económico, dispuestas a resistir los embates represivos del morenovallismo.
Como siempre ocurre en todas las crisis, es la gente pobre la que lucha, la que da la cara, la que combate, y se distingue de la cobardía, disfrazada de civilidad política, de las élites empresariales, políticas y religiosas.
4. Que el gobernador carece de funcionarios eficientes y de aliados que lo defiendan. La falta de operación política de Luis Maldonado, el secretario General de Gobierno; el carácter represor de Facundo Rosas, el titular de Seguridad Pública; los yerros jurídicos, propios de un estudiante de leyes, de Víctor Carrancá, el procurador de Justicia, han metido a Moreno Valle en un terreno de arenas movedizas, en donde cada vez que se mueve, se hunde más.
¿Y sus aliados dónde están? Hace 8 años, cuando al entonces gobernador Mario Marín Torres le estalló el Lydiagate, logró sacar a las calles a unas 20 mil personas a defenderlo. Quizá muchos eran acarreados, pero accedieron a movilizarse.
Ahora ni panistas, ni perredistas, priistas, petistas, cristianos, académicos, burócratas o campesinos han querido salir a hacer una mínima defensa del gobernador. Todos los que en 2010 lo apoyaron como candidato lo están desconociendo. Es entendible y justificado su repudio.
Ex regidor Castilla huye de acreedores
Sin duda ser regidor del municipio de Puebla es un privilegio por los altos ingresos económicos que percibe cada miembro del cabildo, que están por encima del grueso de la clase trabajadora. Aunque algunos representantes populares no se saben administrar durante la época de abundancia.
Es el caso del ex regidor Octavio Castilla, quien fue parte del cabildo de la capital durante el mandato del ex edil Eduardo Rivera Pérez y antes fue un importante funcionario del gobierno de Blanca Alcalá Ruiz.
Resulta que el priista Octavio Castilla es buscando afanosamente por la justicia por una serie de deudas que contrajo siendo regidor del ayuntamiento.
Dicen que cada 15 días cambia de número telefónico para no ser localizado por los acreedores de una deuda, que según cuentan los enterados, tiene 17 meses de atraso. Y de igual forma, afanosamente lo buscan quienes fueron sus avales.
Si usted se lo encuentra, dígale que antes de volver a cambiar de número telefónico pase a visitar a sus acreedores.
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