Europa teme quedar rezagada en la competencia entre potencias globales

 Líderes y funcionarios del bloque advierten que EE.UU., China y Rusia imponen un orden mundial basado en el poder, mientras la UE enfrenta parálisis interna, urgencias de rearme y riesgos económicos crecientes. Europa teme quedar rezagada en la competencia entre potencias globales Imagen ilustrativa Gettyimages.ru Europa asume que ha entrado en desventaja en la disputa entre grandes potencias. Según The Wall Street Journal (WSJ), el temor de quedar fuera del eje que marcan Estados Unidos, China y Rusia se intensificó luego de que Washington y Pekín avanzaran en redefinir reglas comerciales sin incluir al bloque, y tras el plan de la Casa Blanca para frenar el conflicto ucraniano sin consultar a los europeos.

 La respuesta inmediata de Bruselas fue elaborar una contrapropuesta más favorable a Kiev y acelerar discusiones sobre cómo destrabar su parálisis institucional, señala el medio estadounidense.

 En ese contexto, dirigentes como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alertan que "las líneas de batalla por un nuevo orden mundial, basado en el poder, se están trazando ahora", mientras figuras como el italiano Mario Draghi impulsan coaliciones de países dentro del bloque para avanzar en defensa, tecnología y reindustrialización. Varios líderes admiten que la Unión Europea solo podrá cambiar si asume decisiones que fortalezcan su peso político, militar y diplomático.

 "No se puede alterar la dinámica sin poder real", dijo el presidente letón Edgars Rinkevics. Alarma estratégica El giro tectónico golpea especialmente a Alemania, cuyo modelo dependía del gas barato ruso, los mercados chinos y el paraguas militar estadounidense. Berlín relajó su freno al endeudamiento para financiar un plan de rearme de 500.000 millones de euros en 10 años. Estas medidas, sumadas a otras situaciones internas, han llevado al país europeo a experimentar problemas económicos en diferentes frentes. Recientemente, el alcalde de la ciudad de Essen, Thomas Kufen, aseguró que casi todas las urbes alemanas se encuentran al borde de la quiebra.

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