José Roberto Fuentes López
En el ámbito gubernamental, la Cuenta Pública es el principal ejercicio para
auditar el gasto público y, conocer cómo se aplica el dinero de todas y todos los
mexicanos, desde los ingresos, la deuda adquirida, hasta el ejercicio del gasto.
Ahora bien, este ejercicio debe garantizar que cada peso público tenga un destino
claro, comprobable y transparente, determinando que la fiscalización no es un acto
simbólico y; en consecuencia, no solo identifica desvíos, sino que puede derivar
en señalamientos de carácter legal y administrativo.
“Existen auditorías de cumplimiento y de desempeño, igualmente valiosas, pues
uno de sus enfoques sanciona el uso indebido de los recursos y el otro impulsa su
uso eficiente”.
Consecuentemente, un gobierno eficiente, no solo debe evitar la
corrupción, sino que tiene que garantizar que cada peso del presupuesto se
traduzca en bienestar a toda la sociedad que se gobierna.
En este sentido, debe reforzarse a las instituciones que vigilan el cumplimiento del
gasto público, para que todos los entes públicos, actúen con responsabilidad y
derivado de ello, atiendan de manera pronta las observaciones señaladas
.
Por lo anterior, durante el mes de octubre, los servidores electos por el voto
popular, realizaron sus informes de gestión anual, señalando las acciones
desarrolladas a lo largo de un ejercicio fiscal, lo curioso es que en estos informes
muestran un país, región o municipio con grandes logros en infraestructura,
seguridad, etc., sin embargo la realidad es totalmente distinta, pues un gran
número de habitantes tienen severas carencias y el deterioro de los espacios
públicos, es alto, al grado que el cambio climático y las lluvias torrenciales
desnudaron sus grandes logros, que presumen o informan.
En próximos días, los nuevos informes de las auditorias revelaran las
irregularidades en obras de infraestructura, contratos y pagos, de los tres órdenes
de gobierno.
José Roberto Fuentes López
Por lo regular, existen sujetos recurrentes y; cuando los resultados se hagan
públicos (como debe ser), vendrá el enojo de algunos gobernantes y funcionarios
de los tres órdenes de gobierno.
Pero la mejor forma de ver con claridad el desempeño gubernamental es mediante
los documentos oficiales, donde la sociedad acceda a ellos, y pueda comparar lo
que se informa con lo que realmente existe y sea tangible, contrario a ello, también
habrá que reconocer a los diversos entes públicos disciplinados que no presentan
irregularidades u observaciones y que ejercer un gobierno eficiente.
Las intensas lluvias en varios estados del país, sumado a la dolorosa memoria de
catástrofes, obliga a mirar con crudeza una realidad insostenible: en el país solo
se gestiona el tema de protección civil con un enfoque reactivo, debido a que el
gasto público, ante el riesgo de desastres se ha convertido en una amenaza
existencial, magnificada por los efectos innegables del cambio climático.
Bajo este contexto de urgencia, “resulta atinado que la presidenta Claudia
Sheinbaum haya anunciado que se fortalecerán los atlas de riesgo y se creará un
sistema de alertamiento por lluvias a través de teléfonos celulares”.
Respecto a los atlas de riesgo, la necesidad es crítica.
El trabajo de Andrés
Mendoza revela una falla estructural: sólo 25% de los municipios del país tiene
uno, y lo que es peor, la enorme mayoría de las guías que existen no están
actualizadas, algunas de ellas elaboradas hace 14 años o más.
“Es imposible prevenir lo que no se conoce. Si el riesgo está mal mapeado, o si la
información tiene más de una década de antigüedad, las autoridades municipales
operan a ciegas, como lo demostraron las recientes afectaciones en estados como
Veracruz, Puebla e Hidalgo.
La vida y el patrimonio de los mexicanos deben estar por encima de cualquier otra
ambición de infraestructura; el Estado debe dejar de pagar tragedias para
empezar a prevenirlas; inversión rentable y ética que en México debe realizarse.
Sus comentarios. jrobertofl2021@outlook.com
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