Días difíciles para las familias que habitan en municipios, juntas auxiliares, comunidades,
rancherías de la Sierra Norte de Puebla y de otros estados de la República.
Días que pareciera van repitiendo imágenes que ya hemos visto cada vez que hay algún
desastre natural.
Imágenes de tragedia por la pérdida de vidas humanas, -en Puebla ya van diecinueve- y
por los daños causados en su patrimonio.
Sin embargo, durante los últimos siete años ha sido recurrente escuchar como slogan el
“primero los pobres” en todas las narrativas.
También en los últimos meses tras conocer datos del INEGI reiteradamente se menciona
que se redujo la pobreza en más de un 30 %.
Este dato que tanto circulan ¿incluirá a las familias de estas zonas de la Sierra Norte?
Porque las imágenes que se miran demuestran que todas estas familias siguen expuestas
en cada fenómeno natural.
Las imágenes que circulan nos señalan las condiciones en las que viven. Viviendas
construidas con madera y cartón, algunas con materiales sólidos, en laderas de los cerros
o en las orillas de los ríos, seguramente porque eran los únicos lugares a los que tuvieron
acceso.
Algunas con energía eléctrica, muchas otras seguramente aun no, tampoco
cuentan con agua potable, ni con servicios básicos, ni caminos, ni clínicas cercanas, mucho
menos señal de internet si lo pudiésemos considerar también como un servicio básico.
¿Será que los programas sociales están siendo mal focalizados? o será que siguen sin
considerar que la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos y solo esto es lo
atendido.
Hace unos días la secretaria de Bienestar del Gobierno Federal Ariadna Montiel
responsable de los programas sociales mencionaba que en México se han superado los 16
millones 300 mil beneficiarios y derechohabientes de estos programas entregándose 92
mil 530 millones de pesos. (El Financiero, 14/08/ 2025)
Apenas el pasado 17 octubre fecha que en México se recuerda que hace apenas 72 años a
las mujeres nos fue otorgado el derecho al voto y a ser electas.
Para el mundo ese mismo
día la ONU lo ha declarado, como el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
(Resolución 47/196/1992).
En las reflexiones y análisis con este motivo expertos y expertas nos recuerdan que las
distintas manifestaciones de la pobreza pasan también por mala nutrición, hambre, falta
de vivienda digna, acceso al agua y al saneamiento, acceso -aunque limitado- a otros
servicios básicos como la educación y la salud, entre otras cosas; incluso plantean que la
pandemia del COVID19 provocó el mayor retroceso en la reducción de la pobreza en el
mundo y que esa tendencia continúa. (ONU, Desafío global:
La Pobreza, 2025)
No debe ser fácil para la presidenta Sheinbaum, llegar a las comunidades de la Sierra
Norte de Puebla para atender la emergencia y atestiguar la pobreza en la que viven las
familias y que los rezagos estructurales siguen ahí aún después de siete años de haberse
implementado los programas sociales.
Tampoco fácil debe ser dar cuenta que los programas sociales no han incidido en la
pobreza en la que viven muchas familias no solo las de las comunidades de las Sierras
poblanas hoy damnificadas.
La pobreza como muchas de las problemáticas actuales requieren de una atención
integral, tal vez sea el momento de reorientar las acciones y políticas públicas de gobierno
para hacer realidad ese slogan de “primero los pobres” sin olvidar que la pobreza también
es un problema de derechos humanos.
rgolmedo51@gmail.com
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.com
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