Su consumo ha causado la muerte de al menos 18 residentes.
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Mohammed Elshamy / Gettyimages.ru
La crisis humanitaria se agrava en Sudán, sumido desde abril del 2023 en una guerra civil. Este conflicto sangriento ya ha causado millones de desplazados y miles de víctimas mortales. El Fasher, la capital de Darfur del Norte, y último bastión del Ejército sudanés, se encuentra en el epicentro de este conflicto.
Miles de personas atrapadas en El Fasher, que soporta más de 500 días de asedio por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR),
han tenido que recurrir a la ingesta de alimentos destinados al consumo animal para poder sobrevivir, recoge The New York Times.
Hambruna, bombardeos y violaciones
Por lo menos 260.000 civiles permanecen atrapados en la ciudad, afectados por la hambruna y en medio de bombardeos constantes de los paramilitares.
Alrededor de medio millón han logrado huir de la urbe desde que en abril de este año las FAR atacaron el campo de refugiados de Zamzam, ubicado a unos kilómetros de El Fasher, matando a entre 300 y 1.500 personas. La ONU describió esta agresión como una de las peores masacres de la guerra civil.
El resto de habitantes de la ciudad bloqueada afronta un enorme peligro de ser agredidos sexualmente o brutalmente asesinados si intentan escapar. En la localidad aledaña de Tawila se alojan más de 600.000 refugiados, respaldados por grupos de ayuda internacional.
La ruta hacia al pueblo, que se extiende por 64 kilómetros, está colmada de cadáveres abandonados y tumbas excavadas a toda prisa, según los trabajadores humanitarios. El director del hospital de Médicos Sin Fronteras en Tawila, Sylvain Penicaud, dijo al periódico estadounidense que unas 40 víctimas de agresión sexual son atendidas en el hospital cada semana, pero "eso no es nada comparado con la cifra real".
Escasez de alimentos
El asedio mantiene a los pobladores en una situación muy precaria. Se reporta que el precio del kilo de pasta asciende a 73 dólares, unas 10 veces por encima del precio estándar. Solo en las últimas 2 semanas, servicios de urgencia han confirmado la muerte de 14 niños por desnutrición.
Las instituciones de salud pública han sido uno de los principales objetivos para las FAR. Actualmente, solo uno de los cerca de 200 centros médicos que operaban en la ciudad al inicio del conflicto continúa atendiendo a la población, el hospital Al Saudi.
El doctor Suleman, miembro del personal médico del Al Saudi, informó que los pacientes se ven obligados de comer un alimento para animales, un pienso conocido como 'ambaz', y propenso a la contaminación por hongos.
Al menos 18 residentes han muerto en las últimas semanas tras consumirlo, "pero no hay otra opción", dijo el galeno.
Asimismo, otro médico consultado por el NYT mostró una pasta viscosa hecha de cacahuetes prensados, un alimento destinado al ganado, que ahora las personas se ven obligadas a consumir.
Guerra en Sudán
La guerra civil en Sudán estalló hace 2 años, en abril del 2023. Esta tragedia se enmarca en una profunda crisis humanitaria caracterizada por el hambre, el desplazamiento forzado, violencia sexual y el colapso del sistema sanitario.
Mientras la ONU estima que el conflicto ha dejado más de 20.000 fallecidos y 14 millones de desplazados, otras investigaciones independientes calculan que la cifra real de muertos podría ascender a 150.000.
Un reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos alerta de un alarmante recrudecimiento de la violencia en Sudán durante el presente año. Los datos revelan que, tan solo en el primer semestre del 2025, 3.384 civiles perdieron la vida, una cifra que, según el documento, representa solo una parte del verdadero balance de víctimas.
La investigación, dada a conocer este viernes, detalla que aproximadamente el 70 % de estas muertes (2.398) ocurrieron en enfrentamientos armados en zonas densamente pobladas, frecuentemente como resultado de ataques con drones, bombardeos aéreos o fuego de artillería.
Cerca de un millar de fallecimientos, atribuidos mayoritariamente a ejecuciones sumarias, se registraron fuera de estos contextos de combate.
El documento también denuncia que las ejecuciones extrajudiciales se triplicaron entre febrero y abril, particularmente en la capital sudanesa, Jartum. Este repunte coincidió con la recuperación del control de la ciudad por parte del Ejército en marzo, que desencadenó una campaña de represalias contra supuestos colaboradores de los paramilitares.
Testigos de estos hechos afirmaron que entre las víctimas de las ejecuciones se encontraban menores de edad.
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