El 1º de junio se estrenó una nueva arista democrática con la elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
· El llamado a votar no tuvo eco, la gente se encuentra en lo suyo, esforzándose por resolver lo esencial de sus vidas.
· Guerra arancelaria, cobro de agua por E.U., colapso ganadero, crisis agrícola, violencia, entre otros factores, oscurecen la vida en México.
Ciudad de México a 02 de junio de 2025.-
Todo es cuestión de perspectiva, el país está estrenando una nueva arista democrática con la elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Una elección inédita, compleja y, por qué no decirlo, mal ejecutada.
Seguramente encontraremos muchos vicios, desaseos y un alto nivel de abstencionismo en este primer ejercicio; sin embargo, nadie en su sano juicio puede estar en contra del principio democrático.
El problema con estos comicios fue su mala comunicación social, la ausencia de candidatos y campañas, amén del atiborrado número de cargos a elegir. Por ejemplo, muchos adultos mayores, que con gran esfuerzo acudieron a votar, requirieron hasta treinta minutos para conseguirlo y seguramente no sin fallas.
“Más allá de todo lo que se ha dicho y se dirá sobre este proceso, en la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) observamos que tal pareciera que el pueblo de México le quita la venda de los ojos a la dama de la justicia para que por fin pueda ver el país que somos, de carne y hueso, con una enorme desigualdad, grandes estancos de pobreza y marginación, sumido en la violencia y con una gran presión económica”, comentó Cuauhtémoc Rivera, líder de la organización.
Actualmente, varios alimentos esenciales están bajo una fuerte presión inflacionaria, lo que ha provocado que sus precios se disparen muy por encima del alcance del poder de compra del ciudadano de a pie; tal es el caso del pollo entero, huevo, carne de res, trigo, cacao, azúcar, tomate, aguacate, cebolla, ente otros.
Estos productos además se ven afectados por plagas, sequías y/o aranceles, es decir, todo se ha combinado para dificultar aún más que la gente pueda acceder de manera regular a una alimentación básica.
Por eso, seguramente la dama de la justicia se encuentra desconcertada. Porque más allá de contar con jueces, magistrados y ministros con altos perfiles académicos electos democráticamente, ella debe preguntarse: ¿cómo impartir justicia en una sociedad postrada, marginada, empobrecida y violentada?
Resulta kafkiano hablar de justicia en México en este entorno, un verdadero despropósito.
La dama, sin duda, se sonrojó de vergüenza ajena al observar estas condiciones y concluyó: con hambre no hay justicia ninguna.
Llamar a la población a votar ahora no tuvo eco, la gente no atendió el llamado porque se encuentra en lo suyo, esforzándose por resolver lo esencial de sus vidas; de facto vivimos una democracia sin frijoles y así no se antoja votar.
A inicios de mayo, cuando el calendario marcaba la fecha de pago de la pensión universal a adultos mayores, hubo un retraso de una semana. Los rumores recorrieron el país entero, las personas se preguntaban: “
¿Ya no nos irán a pagar?”, “¿se terminó el programa de apoyo?”.
Durante esos siete días, los beneficiarios vivieron un estado de ansiedad e incertidumbre, estaban nerviosos y angustiados.
La pensión universal para adultos mayores es el programa de mayor impacto del gobierno de la 4T; sin embargo, la gente no lo ve como una ayuda, sino que forma parte estructural de sus finanzas pues dependen de ese dinero para sobrellevar el diario.
A estas alturas no es opción dejar de pagarlo. Tampoco se debe dejar sin señalar que aun y con ese apoyo a los consumidores mexicanos no les alcanza para salir a flote con sus gastos. Esto es una clara señal del nivel de necesidad y marginalidad que viven millones de mexicanos en la actualidad que ni con los programas sociales logran equilibrar su economía familiar.
Ante este escenario y con este nivel de escozor social, pese a la elección democrática del aparato judicial, la dama de la justicia seguramente querrá volver a ponerse la venda y continuar ajena de tan injusta situación. Su espíritu es garantizar la convivencia sana y armónica en la sociedad que en la exclusión no se logra.
“El fracaso mayor de las elecciones del 1º de junio no radica en votar o no votar, en la legalidad o legitimidad de los comicios ni en la certeza del conteo de votos.
El verdadero problema estructural de esta elección es la adversidad que le toca lidiar a amplias capas de la sociedad mexicana, una andanada de misiles se han lanzado contra su bienestar: guerra arancelaria, cobro de agua por Estados Unidos, colapso ganadero por el gusano barrenador, crisis agrícola por la sequía, deportaciones de migrantes, cobro del 3.5% a las remesas y la violencia del narcotráfico por el fentanilo.
Todos estos factores oscurecen la vida en México”, destacó Rivera.
Los mexicanos hemos normalizado vivir en un polvorín y en medio de ese polvorín nos damos el lujo, incomprendido por muchos, de llamar a votar y presumir una vida democrática. Diría la maestra de matemáticas de cuarto año: “se baja el cero, y no contiene”.
En fin, este surrealismo mexicano, como sentenciara el ilustre escritor Carlos Fuentes, “nos vuelve únicos en el planeta”, nadie más vive tantos planos contradictorios al mismo tiempo como si nada.
#DemocraciaSinFrijoles
#CulpableHastaQueSeDemuestreLoContrario
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