El exmarido de la víctima negó en un primer momento su implicación, pero al ser confrontado con las imágenes de las cámaras de seguridad, confesó el crimen.
Amanda Caroline de Almeida fue arrojada al río tras ser asesinada por su expareja.
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Amanda Caroline de Almeida, promotora de eventos de 31 años, salió el 18 de mayo de su casa en el municipio brasileño Osasco, y al regresar a su domicilio por la mañana, vio el coche de su exmarido, Carlos Eduardo de Souza Ribeiro.
Según la prensa local, la mujer pidió al amigo que la acompañaba que la dejase en una calle paralela y fue la última vez que alguien la vio con vida.
Río Tietê.
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En un principio, Souza Ribeiro, de 35 años, negó su implicación en el crimen y aseguró que su coche estaba aparcado frente al domicilio de la víctima por una falla mecánica.
Sin embargo, después confesó a la Policía Civil que la estaba esperando dentro de la vivienda.
La estranguló y, con la ayuda de su hermano Henrique Ribeiro, de 38 años, envolvió el cuerpo en una manta y lo arrojó al río
Tietê desde el puente Piracema.
La confesión
El crimen fue descubierto gracias a imágenes de cámaras de seguridad que captaron a dos hombres entrando en el domicilio de Amanda y saliendo más tarde con un bulto voluminoso, que colocaron en el maletero de un vehículo. Al ser confrontado con las imágenes, el autor del feminicidio terminó admitiendo el asesinato e identificó al segundo hombre como su hermano.
Los dos hombres fueron detenidos y se encuentran en prisión preventiva, acusados de feminicidio y ocultación de cadáver.
Agresiones y una separación
El asesino y la víctima mantuvieron una relación durante 16 años y tuvieron tres hijos. Llevaban casi dos meses separados.
Según testimonios recogidos por la Policía, Amanda había sufrido agresiones previas de su expareja, aunque nunca formalizó una denuncia. Una prima presentó fotografías que mostraban moretones en el rostro y el cuello de la joven.
El Cuerpo de Bomberos de Sao Paulo inició una intensa búsqueda del cuerpo en el río, pero tras seis días de operaciones sin éxito, la operación se suspendió el martes.
La corporación explicó que se utilizaron todos los recursos disponibles y no surgieron nuevos indicios que permitieran continuar con las labores de forma efectiva.
Aún así, el caso podría reabrirse.
"Mi exyerno la mata y el hermano lo ayuda a meter su cuerpo en una bolsa como si fuera basura y la tiran al río", declaró Eliana Almeida, madre de la víctima.
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