Al minuto

Reorientar el modelo de gestión educativa





José Roberto Fuentes López . La transformación educativa debe abarcar métodos, formas y modelos que orienten la administración académica, con una visión clara y objetiva, además de estructurar la oportuna evaluación de la calidad de los procesos y sus resultados. 


Y para ello, la gestión es fundamental para el funcionamiento eficaz de los centros educativos y para promover el éxito escolar. Su importancia radica en Fortalecer la autonomía de las instituciones educativas, permitiendo que ajusten sus prácticas pedagógicas a las necesidades locales. 

Optimizar el aprendizaje de los estudiantes, mediante una adecuada planificación y organización de los recursos disponibles.

 Al tiempo de asegurar el buen funcionamiento de los centros educativos. 

La transformación educativa debe diseñarse con estrategias impulsadas por los liderazgos académicos, e investigadores, mediante procesos de consenso y autorregulación que involucren a las comunidades académicas en propuestas de cambio de gran escala y de largo alcance, lo cual requerirá integrar y consolidar cuerpos académicos colegiados y multidisciplinarios. “Esta transformación debe tener la capacidad de conjugar los saberes pragmáticos y empíricos con los conocimientos teóricos metodológicos.


 La reorganización de los saberes y sus interrelaciones disciplinarias y transdisciplinarias, su relación curricular y los procesos de enseñanza-aprendizaje, etc., son cuestiones urgentes que la transformación de la gestión académica institucional debe atender”.

De ahí que, la educación superior deba desarrollar contenidos educativos, planes y programas de estudio que trasciendan, la complejidad y la incertidumbre, las estrategias metodológicas, las nuevas formas de organización y de gobierno, creando alianzas estratégicas para mejor el aprovechamiento de los recursos.


 En las nuevas formas de organización se deben administrar los procesos de transformación innovadora de la educación superior para lograr una mayor José Roberto Fuentes López eficiencia en la toma de decisiones, con estructuras descentralizadas que permitan y promuevan una mayor delegación de la autoridad en las funciones sustantivas, pero también una mayor participación e integración de los diferentes actores sociales, articulados en redes de cooperación académica y científica.

 En esta denominada etapa de transformación, las Instituciones de Educación Superior en México deben centrarse en dar respuesta a las demandas de los sectores productivos y sociales.

 Las implicaciones económicas y políticas de las reformas educativas obligan a repensar y redefinir la función de la educación superior para los próximos años, de sus procesos de transformación institucional con su impacto en el crecimiento económico y el desarrollo social. 


Estos desafíos de la realidad educativa requieren de la inclusión, cooperación y de la solidaridad como los fundamentos para evitar la marginación, fragmentación y polarización del conocimiento.

 El compromiso se enfocará en dar respuesta a una gestión de saberes distintos. 


A que existan estándares de habilidades tecnológicas desde edad temprana, dimensionando el uso de la tecnología vinculado a procesos didácticos que establezcan la interacción como la base de la colaboración y sustento de las redes de aprendizaje que son producto de las redes sociales.

 La realidad actual y no la buena fe, exige construir un modelo educativo, que contenga políticas curriculares distintas, nuevas formas de gestión de los aprendizajes; lo cual dará como resultado, tener escuelas con un nuevo modelo de gestión, con diferentes protocolos y perfiles para transformar el liderazgo institucional, superando el actual modelo jerarquizado.

 En resumen, la gestión educativa es clave para mejorar la calidad de la educación y adaptarse a las demandas del entorno. Sus comentarios. jrobertofl2021@outlook.com

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