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¿Dónde están?
Hasta el mes de marzo de este año en México se reportan 123 mil 992 personas
desaparecidas, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No
Localizadas (RNPDNO)
¿Dónde están? Pregunta que, para muchas Madres, Padres y
Familiares, no tiene aún una respuesta.
En el sexenio anterior, los especialistas reportan que hubo un alza desmedida de
personas desaparecidas de un 45%, dato que pareciera va en paralelo con el incremento
de delitos cometidos por la delincuencia organizada y la evidente ampliación de territorios
controlados.
5 mil 696 fosas clandestinas ubicadas en 570 municipios del país. Fosas desc
Datos que confirma el más reciente informe sobre crimen organizado en la región
“Curbing violence in Latin America´s drug trafficking hotspots”(11/III/2025)” al señalar que
“En México, las desapariciones vinculadas al crimen organizado han aumentado en más
del 40% en la última década.
De 20 organizaciones criminales registradas en 2006, se
pasó a 200 en la actualidad, más los grupos de barrio y las bandas pequeñas.”
Sólo así se puede entender el hallazgo que hace unos días tuvieron grupos de madres y
padres buscadoras en el Rancho Izaguirre ubicado en Teuchitlán, Jalisco, que
supuestamente ya se había revisado y que de inicio si había vestigios de delitos federales
cometidos en ese lugar, obligada la investigación por parte de autoridades federales, por
supuesto con la coadyuvancia de las autoridades estatales y locales.
Horroriza mirar las imágenes de cientos de zapatos, ropa, objetos personales, cuadernos
con notas; cientos de restos óseos, hornos crematorios, fosas clandestinas en el
denominado centro de reclutamiento y exterminio; horroriza tanto, como el dolor de
cientos de personas que se empiezan a trasladar al lugar, con la esperanza de encontrar
entre todo ello, algún rastro de sus familiares desaparecidos.
¿Cuántas historias se engarzan entre esos zapatos, ropa, objetos personales, cuadernos
con notas?
De inicio sólo ahí, 400 que corresponde al número de hallazgos, documentado
hasta ahora.
La realidad es que estas escenas no son exclusivas de ese Rancho Izaguirre, las hemos
visto en los últimos años permanentemente en todo el país, como hemos visto también a
las madres, padres, familiares de personas desparecidas que van recorriendo el país por
sus propios medios para llegar a los lugares donde van descubriendo nuevas fosas
clandestinas, todas, encontradas por ellas; las personas buscadoras que
mayoritariamente son mujeres y que muchas de las cuales han pagado con su vida
también, su persistencia en la búsqueda de sus seres queridos.
Escenas que hemos visto en el estado de Puebla donde se han hallado 42 fosas
clandestinas y se reporta a 878 personas desaparecidas en datos de la Comisión Estatal
de Búsqueda y el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas
(RNPDNO) señala 548 personas desaparecidas durante el 2024, 45 en promedio al mes,
representando un incremento del 96.4% comparativamente con el 2023 que registró 279.
Si las denuncias de desapariciones fueran investigadas de manera inmediata ¿Ayudaría?
Tal vez si consideraran revisar el presupuesto asignado a seguridad y justicia que fue
reducido ¿Ayudaría?
O tal vez si dejaran de estigmatizar a las niñas, mujeres y hombres víctimas de
desapariciones. Que si estaban vinculadas con el crimen organizado.
Que si se fueron
con el novio ¿Ayudaría?
Reconocer que la atención no ha sido la correcta es lo primero. Que las estrategias de
intervención no han sido suficientes.
Que el problema supera ya “las capacidades de
reacción de las instituciones” ¿Ayudaría?
Qué gran respeto inspiran las madres y los padres buscadores. Perturbador observar la
inacción, negligencia, colusiones, complicidades, impunidad.
No se puede continuar eludiendo la realidad, tal vez sea el momento de reformular esta
política pública. Que se establezca una estrecha comunicación interinstitucional entre
todos los niveles y con todas las dependencias que tienen facultades para atender las
desapariciones en México. Comunicación estrecha entre todas las Comisiones Estatales
de Búsqueda del país para intercambiar información. Actualizar las bases de datos de las
personas desaparecidas y llevar un registro único de fosas encontradas. Incrementar los
estudios de ADN para los reconocimientos de restos humanos con el propósito de
avanzar en el proceso de identificación de restos humanos por medios forenses, como lo
han venido solicitando.
Por eso no podemos seguir naturalizando estas escenas, siendo indiferentes a sus
manifestaciones, decía Martin Luther King: “Lo preocupante no es la perversidad de los
malvados, sino la indiferencia de los buenos”
Todos los objetos personales encontrados en el Rancho Izaguirre y lo que se ha
encontrado a lo largo y ancho del país, pertenecen a un cuerpo que pudiera responder la
pregunta ¿Dónde están?
Tal vez ello les daría un poco de paz al concluir el “duelo permanente en que viven.”
rgolmedo51@gmail.com
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.com
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