Al minuto

Atendiendo la soberanía interna se reforzará la externa





José Roberto Fuentes López. 

Respecto al término soberanía, en la entrega anterior puntualizaba que nuestras constituciones pasadas no resultaron de pequeños grupos, sino de cambios profundos en la sociedad y mediante el acuerdo entre fuerzas políticas que reconocían la importancia del avance social y la transformación del país. “la facultad de dictar leyes y establecer la forma de gobierno que más convenga a los intereses de la sociedad, constituye la soberanía”. 

Situación por la cual el gobierno en sus tres niveles no debe instituirse para apoyar intereses particulares, sino que debe velar por y para la protección y seguridad de todos los ciudadanos, razón por la cual, constitucionalmente se asentó que la soberanía reside esencialmente en el pueblo. 

Son algunas líneas que se incluyeron en el decreto Constitucional de Apatzingán, bajo la inspiración de Morelos, en “Los Sentimientos de la Nación” deseando para su pueblo el goce de la libertad política y poder hacer realidad el principio de que “la soberanía dimana inmediatamente del pueblo”. 

En México la doctrina de la soberanía, menos que un dogma filosófico es el resultado de una evolución histórica, de tal forma que triunfos y prosperidad, se encuentren estrechamente ligado con la soberanía popular. 

Bajo esta condicionante, la soberanía es la facultad del pueblo para hacer y aplicar sus leyes y, modificar libremente la forma en como habrá de ser gobernado. 

Ahora bien, la soberanía también debe atribuirse al ámbito internacional, para establecer relaciones con otros Estados u Organizaciones y/o celebrar convenios o tratados, respetando el territorio, leyes e instituciones. 

Es importante puntualizar lo antes descrito, debido al difícil momento que enfrenta el gobierno de nuestro país, ante la postura ¿político-económica? del presidente Estadounidense Donal Trump. José Roberto Fuentes López Ante ello considero que, en México no se puede atacar solo de manera discursiva, señalando que “la soberanía no es negociable”, como recientemente lo destaco el secretario de la Defensa Nacional.

 Y porque la política errada del anterior sexenio, parecía que favorecía de manera indirecta a los Carteles y al crimen organizado, más no a los ciudadanos, situación que ha venido socavando y deteriorando la Soberanía Interna, debido a que los grupos delincuenciales han impuesto y continúan imponiendo su ley; deteriorando la seguridad y el libre ejercicio de actividades de millones de mexicanos.


Es sin duda el tema que alienta al presidente Trump y, en respuesta el actual régimen de la 4t nos incita a envolvemos en el nacionalismo, cuando de manera interna no se aplica una política que atienda de manera eficaz los intereses de toda la sociedad mexicana. 

El resultado es que se ha descuidado la soberanía interna, escalando a la soberanía externa. Sin embargo y con base en los operativos efectuados y ahora en la incursión por la cooperación de ambas corporaciones se generará una mayor tensión en la relación; lo cual podría generar más problemas que soluciones. 

Por ello, más allá de logros por las capturas de líderes del crimen organizado, la defensa de la soberanía nacional debe pasar por reforzar y fortalecer a las instituciones y no por eliminarlas o marginarlas, al tiempo de garantizar una convivencia pacífica en todos los sectores y ámbito social; corrupción y violencia debilitan y desgastan de manera sistemática al Estado Mexicano.

 Pero si se logra recuperar la soberanía interna en todo el territorio nacional, se reforzaría la soberanía externa, lo cual sería un mensaje positivo que generará confianza en el entorno internacional, tanto a gobiernos como a inversionistas. Sus comentarios. jrobertofl2021@outlook.com

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