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febrero 26, 2025
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Los propietarios exigen a su futuro inquilino un contrato laboral con una antigüedad superior a dos años.
Imagen creada por inteligencia artificial
Cuando parecía que ya se había visto de todo en el salvaje mundo del alquiler en España, con zulos ofertados como 'apartamentos', terrazas convertidas en dormitorios o tazas del vater anexas a la cocina, siempre llega una oferta que sorprende todavía más.
Y no para mejor.
En esta ocasión, un anuncio inmobiliario se hizo viral en redes sociales después de que una usuaria compartiera el pantallazo en X. Hasta este miércoles acumula más de un millón de visualizaciones, más de 400 comentarios y 2.000 reposteos.
En la sección habitaciones de un conocido portal inmobiliario, el más importante en España, se anunciaba una habitación por 320 euros al mes en el barrio de Collblanc de L'Hospitalet de Llobregat, lindante con Barcelona, apenas a un cuarto de hora andado del mítico estadio de fútbol Camp Nou.
Precisamente la ubicación y el precio son los dos únicos datos positivos que se pueden rastrear en todo el anuncio, que ya comenzaba con un claro aviso:
"No se comparte piso". Lo que se ofrece, de hecho, es una habitación, el uso de un baño en el pasillo y los suministros. Nada más.
La exigencia de un horario laboral tan concreto y poco común ha dado lugar a dos hipótesis entre la gente que ha comentado la publicación. Por un lado, que los propietarios buscan a alguien que les ayude a pagar la hipoteca, pero sin vivir allí, es decir: sin tener que cruzárselo en ningún momento.
Pero la conjetura más apoyada es que quieren tener la habitación libre por las noches para alquilarla como Airbnb, debido a su cercanía al estadio del F.C. Barcelona. Bajo esa hipótesis, los propietarios podrían sacarle una rentabilidad mucho mayor con aún menos esfuerzo.
La traducción no es gratuita: la fianza sube de los 500 euros en castellano a los 600 para los que no manejen el idioma de Cervantes.
Además, otra persona aseguró que el inmueble era el mismo en el que había vivido durante dos meses, hace una década. "El casero es un gilipollas ultraderechista, con banderolas del pollo [banderas franquistas] adornando el salón", decía sobre el propietario.
El anuncio ya no está disponible en línea, no se sabe si por la repercusión que ha tenido en las últimas 24 horas o porque ya ha encontrado a un inquilino que cumpla todos los requisitos solicitados.
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