En el año de las Mujeres Indígenas declarado en México con el objeto de destacar su papel
en la conservación de sus lenguas, de sus culturas, visibilizar sus derechos y las brechas
que de todo tipo viven y que afectan sus derechos plenos, un nuevo desafío.
Las desigualdades que han vivido les han provocado la necesidad de desplazarse de sus
comunidades indígenas y municipios, en principio, hacia las ciudades en búsqueda de una
mejor calidad de vida para ellas y para sus familias. Llegan a espacios de trabajo informal,
sin derechos sociales.
La brecha educativa no les permite en la mayoría de las ocasiones
tener acceso a empleos formales y mejor remunerados y muchas veces son víctimas de
todo tipo de violencias.
Es así, que, como muchos hombres, generaciones de mujeres solas o con sus hijos e hijas,
aspiraron y aspiran también a emigrar a EU muchas veces sin siquiera hablar el idioma en
búsqueda de oportunidades que en México no pudieron encontrar.
Muchas de ellas a
pesar de que han vivido en EU muchos años, nunca tuvieron la oportunidad de arreglar su
estancia legal, tenían que trabajar o el dinero no era suficiente para el pago de un
abogado.
Muchos casos como estos viven paisanas de regiones del estado de Puebla que como
Atlixco presentan un alto nivel de flujos migratorios al grado de que casi en todas las
familias hay mujeres y hombres que ahora viven, trabajan o estudian en ese país, si bien
muchas tienen estancias legales, un buen número son ilegales.
Problemática que viven también muchas mujeres que, de distintos países de
Centroamérica, han emigrado a EU con las mismas necesidades básicas y las que aún
siguen caminando para trasladarse a ese país cruzando el nuestro o que están en espera
en la franja fronteriza que divide a nuestras naciones, con la salvedad de que ahora se
desplazan también por la inseguridad y la presencia de delincuencia organizada en sus
comunidades de origen, como también sucede en México.
Todas viven la angustia de la llegada a la presidencia de EU del señor Donald Trump.
Enorme desafío que es uno más, de los mayores que tendrá el actual gobierno federal y
que obligará a replantear la relación con EU, a buscar alternativas; y como país de tránsito
y receptor de migrantes deportados que somos, se requerirá generar empleos, otorgar
servicios, aunque fuesen los mínimos, de salud, de educación, de vivienda.
Ahí el otro enorme desafío que se deriva de este principal y que tiene que ver con que
según estudios que realiza la Organización Internacional para las Migraciones. ONU
Migración (OIM) que difunden en sus boletines semestrales, señalan “que el año 2022 dio
paso a algunas de las dinámicas migratorias más complejas y de rápida evolución que se
haya visto en México.”
“Entre estos flujos -reportan- se encuentran un gran número de mujeres (incluidas
mujeres embarazadas y lactantes), niñas, niños, y adolescentes (NNA), incluidos NNAs
separados/as y no acompañados/as, personas indígenas, personas con algún tipo de
discapacidad y enfermedades crónicas, personas lesbianas, gay, bisexuales, transexuales,
queer, y más (LGBTQ+)” situación que se ha mantenido hasta el 2024 y en todos los
análisis aparecen mujeres.
A la llegada del presidente Trump, todo genera incertidumbre para ellas ya que dos
importantes ingresos para la economía mexicana también peligran: el flujo de remesas
que México recibe y la inversión extranjera en México.
Las amenazas de deportar personas nacionales y extranjeras a nuestro país y la de
imponer aranceles si México no controla el narcotráfico y los flujos migratorios visualiza
problemas económicos y sociales en el país que se acumulan a los ya de por sí existentes
desde el sexenio anterior; implican también las afectaciones que esto traerá a otras
mujeres y específicamente a mujeres indígenas que se quedaron en sus comunidades al
cuidado de sus familias para que sus esposos o hijos e hijas emigraran a trabajar y que
viven de los envíos de dinero que reciben desde EU.
Las devoluciones de personas mexicanas en datos de la ONU Migración (OIM) han venido
en aumento desde el 2023 de esas devoluciones “71, 354 registradas tan solo en el primer
trimestre de ese año, el 19% fueron de mujeres y el 12% de niñas, niños y adolescentes”
El presidente Trump tiene certeza de poder hacer todo lo que quiera porque su triunfo
por segunda ocasión en la presidencia logró también el triunfo para su partido en las
Cámaras de los EU, de manera que, si requiriera de aprobación de nuevas leyes o
acuerdos de todo tipo cuenta con el respaldo para lograrlo.
Aquí podemos ver con
claridad el porqué de la importancia de los contrapesos en los países.
Ahí también la importancia de la declaratoria del 2025 como Año de las Mujeres Indígenas
porque será una buena herramienta para que durante todo este año sean desarrolladas
acciones que visibilicen las enormes desigualdades que enfrentan y la necesidad de
garantizarles derechos, ahora también a estas mujeres que sufrirán los embates de las
políticas migratorias que abandera el presidente Trump.
@rgolmedo
Palabra de Mujer Atlixco
rociogarciaolmedo.com
rgolmedo51@gmail.com
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