José Roberto Fuentes López.
Derivado de mi anterior contribución, recibí diversos y muy valiosos señalamientos
que me permitieron reflexionar sobre la soberanía e independencia de nuestro
México, razón por la cual; si bien la soberanía exige tomar decisiones
independientes y defender los intereses de nuestra nación a nivel internacional,
donde no haya la interferencia de otras naciones, el jefe del Estado Mexicano
debe ser congruente y no intervenir en señalar o entrometerse en la vida de otras
naciones como lo ha hecho el presidente López Obrador.
Y como lo define una escuela de pensamiento la soberanía, que un país es más
soberano si el gobierno es propietario de empresas, especialmente las
estratégicas, es decir, cuantas más empresas tenga el gobierno bajo su control,
mayor será la soberanía del país.
Situación que el gobierno tomo como principal
argumento para definir e interpretar la soberanía mexicana.
Sin embargo, esta interpretación limitada, careció de lógica y fundamento; pues
solo en el actual sexenio se utilizó para poder satisfacer a los más radicales, toda
vez que la soberanía debe ir apoyada por progreso, crecimiento, e incremento de
los estándares de vida de todos los habitantes de la nación.
En consecuencia, el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum enfrentará
presiones de todo tipo, algunas verdaderamente difíciles como el gasto en
pensiones y el costo financiero de la deuda, que llegó a 14% en 2023.
Por si fuera poco, el fracaso fiscal que representó el supuesto rescate de Pemex le
destinaron casi un billón y medio de pesos entre 2019 y septiembre de 2023,
reduciendo la deuda de la empresa, sin embargo, su perfil de vencimiento
empeoró y, la producción de crudo permanece estancada y la refinación ocasiona
pérdidas cada trimestre.
Ante este panorama se vislumbra en el corto plazo, la urgencia de una reforma
fiscal, la cual permita incrementar los ingresos públicos, pero si esto no se
acompaña con un rediseño del gasto, de poco o nada servirá.
José Roberto Fuentes López
Pues los proyectos del actual sexenio, cuya rentabilidad social y responsabilidad
ambiental ha sido cuestionable, serán un lastre para la administración entrante,
destinará una parte importante del presupuesto para su conclusión y operación y;
la inversión privada no podrá detonarse de forma inmediata, lo cual requerirá
incrementar los impuestos, para hacer frente a los compromisos contraídos
.
Además, en la política social, que si bien es ampliamente aceptado el apoyo a la
población vulnerable (como los adultos mayores), establecido dentro de los
programas universales y que no necesariamente llegan a quienes están en la
situación más crítica, aunado a las transferencias de efectivo que se profundizó en
esta administración, no podrán eludirse en la próxima administración.
Y sectores tan importantes para el desarrollo de la sociedad, como el sistema de
salud, cuya ineficiencia y carencia creció, pasando de 20.1 a 50.4 millones de
personas entre 2018 y 2022, que carecen de acceso a un sistema.
Y del rezago
educativo que paso de 23.5 a 25.1 millones de personas en el mismo período,
esperemos que el 2024-2030 se priorice el apoyo al sector salud y a la educación.
Esto, sin duda es solo una muestra de los enormes retos que enfrentará la
próxima presidenta de México, ante una sociedad totalmente polarizada y
agraviada, la cual demanda ser atendida y escuchada sin atropellos, insultos,
amenazas y consignas que fue el sello de la administración saliente.
En una república democrática, lo deseable es que el gobierno en sus tres niveles
asuma el compromiso de gobernar para toda la sociedad, que dignifique el
trabajo legislativo y asuma su compromiso social para el cual fueron electos.
Que la nueva legislatura promueva e impulse políticas públicas que beneficien y
fortalezcan la gobernabilidad; esa sería una acción plausible, que permitiría
sacar de la pobreza o de la marginación a millones de mexicanos, quienes en su
actuar cotidiano no encuentran salida para vivir dignamente. Solo así se podrá
señalar que el pueblo mexicano es soberano e independiente.
Sus comentarios. jrobertofl2021@outlook.com
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