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CONSECUENCIAS DE UN ESTILO DE VIDA DEPREDADOR









 Calentamiento global, deshielo, sequía y desastres naturales · ANPEC los grandes cambios siempre ocurren de manera gradual y surgen por la adopción de pequeños cambios de conducta de persona en persona. · Nuestra conducta imprudente como humanidad trae como consecuencia el calentamiento global, el deshielo, sequía y desastres naturales. ·


 Estas consecuencias afectan a la producción agrícola, la actividad ganadera y la pesca, encareciendo los alimentos esenciales. Ciudad de México a 17 de junio de 2024.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) anuncia el inicio de una campaña de difusión en el gremio de un código ético de conducta a favor del medio ambiente, que contiene acciones sencillas que todos podemos asumir, fomentando una cultura y conciencia de respeto al planeta con el fin de tener una mejor calidad de vida y garantizar en lo posible un lugar habitable para las próximas generaciones. 



 “En ANPEC creemos que las pequeñas acciones sí marcan la diferencia, es parte de nuestro ADN. Estamos seguros de que los grandes cambios siempre ocurren de manera gradual y surgen por la adopción de pequeños cambios de conducta de persona en persona”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.


 En febrero del 2020 una epidemia sorprendió a la humanidad. El COVID-19 prácticamente paralizó la vida humana, no podíamos salir a trabajar ni a estudiar, menos a divertirnos, no se nos permitía ver a nuestros familiares ni amigos.



 La sana distancia y el toque de queda para mantenernos encerrados en casa fueron virtualmente obligatorios. Las ciudades se convirtieron en grandes centros de detención. Para sortear la crisis sanitaria tuvimos que poner un alto a nuestras vidas. 


 “Superada la enfermedad, después de pagar un alto costo en vidas humanas y retroceso económico con pérdidas millonarias en empleos e ingresos, la consciencia colectiva se sensibilizó a la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida depredador, ese que no respeta a la naturaleza ni al medio ambiente, que ha venido autoflagelándonos al no entender que este planeta es la casa de todos y no hay otra opción donde vivir, además de reconocer como indiscutible responsabilidad ética el heredar a las futuras generaciones un lugar habitable. Sabíamos que debíamos cambiar, pero como siempre fuimos inconsecuentes, continuamos actuando de manera irresponsable, violentado al ecosistema natural de este planeta y alterando sus condiciones climáticas”, relató Rivera. 


 Una de las consecuencias de esta conducta imprudente es el calentamiento global, el deshielo de los polos y la consecuente elevación del nivel del mar, la sequía, fenómeno de dos caras que por un lado marca una sequedad extrema en la tierra y por el otro nos ofrece momentos de grandes venidas de agua que se manifiesta a través de desastres naturales como ciclones, huracanes, tornados, granizadas y lluvias torrenciales que provocan inundaciones, lo que causa importantes pérdidas humanas y materiales. 


 Como ejemplos, la CDMX se encuentra bajo la amenaza latente de quedarse sin agua; en Porto Alegre, Brasil, se ha roto el récord histórico de lluvias provocando el desplazamiento de cientos de miles de personas; mientras que la falta de precipitaciones afecta el funcionamiento del Canal de Panamá, lo que implica pérdidas millonarias; más de trescientas islas del Caribe se encuentran en riesgos de desaparecer debido al aumento del nivel del mar; la tormenta Otis, que flageló al puerto de Acapulco, convirtiéndose en la tormenta más grande y letal del mundo en lo que va del siglo.


 La humanidad se ha encontrado de cara a la realidad de que la vida en la tierra ya no es igual. El calentamiento global también afecta a la producción agrícola, la actividad ganadera y la pesca, encareciendo los alimentos esenciales, complicando el poder adquisitivo de la gente al buscar garantizar la manutención de sus familias, en fin, es una secuela de secuelas concatenadas que anuncian una prolongada temporada de calamidades, mala calidad de vida y muerte. Todos los productos en el consumo humano del segmento de lo fresco, 


un día sí y otro también, amanecen al alza; granos como el maíz y el frijol, caña de azúcar, cacao; hortalizas como el cilantro, betabel, zanahoria, entre otras.

 Además de su producción, han visto mermada su calidad por la falta de agua y, por lo elevado del costo, las personas han ido variando su consumo de productos frescos a productos maduros, de segunda y tercera calidad y menor valor nutricional. Esta crisis agrícola afecta a la ganadería, pues los pastos para alimentar el ganado también atraviesan por esta crisis productiva.

 Por último, el calentamiento del mar afecta el ecosistema de la vida marina de forma tal que cada vez más especies se contaminan o tienden a extinguirse. Para fines prácticos, la proteína de mar tiende a encarecerse y se ve afectado el sector de la pesca.


 El calentamiento global provoca el cambio climático a instancia de nuestro estilo de vida depredador, siendo un fenómeno de perder-perder, profundamente inflacionario y que deteriora la calidad de vida de los hombres y pone en jaque la vida futura. ANPEC se preocupó mucho para que esta entrega no sonara apocalíptica; sin embargo, las consecuencias son cada vez más graves y hay mucho que hacer. 


No es raro que se escuche decir: ¿qué puedo hacer yo en lo individual contra un fenómeno tan grande que me rebasa? A continuación unas pequeñas acciones de gran impacto para cuidar el planeta: #SeamosAmigosDelMedioAmbiente #LasPequeñasAccionesSíCuentan

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