Por. José Roberto Fuentes López.
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Montesquieu clasifica a los regímenes políticos en tres formas de gobierno: República, donde el pueblo o una parte de él tiene el poder soberano; Monarquía, donde gobierna uno solo, pero con leyes establecidas y; Despotismo, donde gobierna uno solo sin reglas ni leyes.
Al respecto la descomposición social se origina por conductas contrarias a la norma jurídica o moral del ser humano y, atribuidos a la inercia de los dichos, aseveraciones u opiniones no valoradas.
Ante este escenario, el Líder Estadista, debe vivir en el presente, pero pensar y anticipar a mediano y largo plazo; ser agente de cambio en constante movimiento, que crezca y haga crecer, que innove y que rompa paradigmas ante los cambios económicos, la tecnología, el medio ambiente, etc., todo ello exige del Estadista una renovación y adaptación constante, no la de vivir emulando el pasado.
Crisis, perturbaciones y cambio generan la emergencia de nuevos paradigmas, ante ello, Habermas plantea con base en la teoría de sistemas “las crisis surgen cuando la estructura de un sistema de sociedad admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación”; es decir, las crisis se presentan como perturbaciones que afectan la integración sistémica.
Thomas S. Kuhn, señala que las crisis se entrelazan con anomalías, que el paradigma normal no puede resolver y que para hacerlo tiene necesidad de ajustes y, “frente a las diferencias entre el desarrollo político y científico, ¿qué paralelismo puede justificar la metáfora que encuentra revoluciones entre ambos?”.
Las revoluciones políticas se inician con una fracción de la comunidad, quienes deciden que las instituciones políticas ya no resuelven en forma adecuada los problemas que demanda una sociedad en constante evolución.
Además, bajo esta argumentación, diversos analistas señalan que en política no existen casualidades, sino planeación y consecuencias. Pruebe de ello el presidente Obrador ha sido consistente desde que inició su administración, erosionado a las instituciones democráticas para que sirvan a sus propios fines, además de que ha inculcado el odio y ha logrado la división de los mexicanos.
El abuso desmedido del poder se ostenta para lograr la meta deseada y, parte de ese poder se fortalece en el ámbito mediático; consecuentemente a mayor poder acumulado, se debilita la relación con los actores sociales.
La paradoja es que en un país democrático como en México, el poder que se les otorga a los políticos y funcionarios públicos es con el fin de utilizarlo para mejorar en todos sus aspectos al Estado y, quien tenga el poder debe identificar cual es el interés común para el beneficio de la sociedad.
La realidad es que “el poder se ha ejercido desequilibradamente a favor y/o en demerito de quienes ostentan otros poderes en la sociedad.” problema muchas veces causado por la corrupción y el abuso de autoridad.
El problema es que la política se impone sobre la ética lo que crea que no exista algún tipo de equilibrio.
Cada año en México la celebración de la independencia es muestra de Unidad Nacional; en esta ocasión el presidente Obrador la ensombreció al excluir a los que piensan diferente a él, como es el caso de quien preside la Suprema Corte, la ministra Norma Piña y a las representantes del Congreso de la Unión.
Además de la inconformidad en la participación de una delegación militar rusa en el desfile de nuestra independencia; no se respetó el derecho internacional que, debido a las atrocidades cometidas por el presidente ruso Vladimir Putin por la deportación de niños ucranianos a su país, situación que la tipifican como un crimen de guerra.
Ante estos acontecimientos, el presidente Obrador manda un duro mensaje, que independientemente de mantener el control de la agenda pública, muestra a todos sus críticos y opositores, extranjeros y nacionales que en el próximo año electoral (2024), no habrá poder humano ni jurídico que lo detenga para lograr su objetivo.
Sin duda, esta situación en un gran número de mexicanos genera un ambiente sombrío y de frustración, que nos aleja de alcanzar la unidad e identidad nacional.
Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com
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