Por.José Roberto Fuentes López.
Una de las principales causas por las cuales va en aumento la desigualdad social, es la alta tendencia a la corrupción, situación que debilita la interacción social, reflejada en la indiferencia hacia los problemas que sufren las víctimas y la no atención al abatimiento de la pobreza.
Además de caracterizarse por presentar problemas de salud, los indicadores señalan incremento en: obesidad, consumo de drogas, embarazos no deseados en adolescentes, riesgo de accidentes o incidencia de enfermedades mentales, asociada principalmente, a la presión social, la inseguridad, y al estrés inherente a la percepción de quedar inevitablemente rezagado en la escala social.
Además del bajo desempeño escolar, cuando los estudiantes pertenecen a grupos sociales de ingresos bajos, ejerciendo un efecto negativo sobre los niveles motivacionales medios de los grupos escolares. Situación que a su vez provoca la criminalidad, violencia y delitos contra la propiedad, reflejo fiel de que la obscenidad y la ostentación de la riqueza extrema, exacerba la tendencia al robo.
Todo ello, entre muchos otros factores, dificulta la movilidad social y en consecuencia el ascenso social.
Lo cual hace que diversos grupos sociales le apuesten al “sueño americano”; emigrando con la finalidad de tener un futuro más promisorio y desahogado, lo cual es mucho más improbable en sociedades desiguales que en sociedades igualitarias.
Caso contrario, la tendencia hacia el trabajo adictivo, debido a la necesidad de mejorar constantemente los niveles de ingreso y consumo, trae aparejada una falta de atención a los hijos, a la pareja y menos tiempo para compartir el ocio, situación que ha llegado a elevar los divorcios y la desintegración familiar.
Con base en el índice de GINI, en la escala mundial, se señala con mejores niveles de igualdad social, a los países escandinavos, junto con Alemania y Japón. Y los países con peores niveles de equidad en contextos de altos ingresos son EEUU, Reino Unido, China, Hong Kong, Singapur, Israel o y países del Golfo Pérsico.
Situación por la cual, la reducción de la pobreza es tema central de la agenda política internacional y; las estrategias contemporáneas de reducción de pobreza se centran más en programas dirigidos a los pobres, sin considerar dimensiones institucionales y políticas que son fundamentales y que pueden ser tanto las causas de la pobreza y la desigualdad como los obstáculos para su reducción.
Ante esta realidad, en nuestro país necesitamos participar activamente, Sociedad, Estado y Gobierno, para abatir la desigualdad social, la cual amplía cada vez más la brecha entre los más ricos y los más pobres, al respecto, las estadísticas, establecen que, en México, el 70% de la población presenta algún grado de pobreza y a ella sume Usted la falta de oportunidades,
Por ello, buena salud y educación de calidad deben convertirse en una exigencia social, para acceder a una vida digna y con mejores oportunidades.
Aunadas a los señalamientos que he abordado en diversas ocasiones, las políticas públicas deben incluir de manera prioritaria a la clase media, pues esta capa poblacional no es considerada en los programas sociales y productivos, por tanto, el apoyo a las clases medias debe inscribirse como acción estrategia a largo plazo para efectivamente disminuir la pobreza. Sobre todo, ante un escenario que para México y los mexicanos es cada vez más sombrío.
Cuando López Obrador arribo a la primera magistratura, se comprometió a disminuir la pobreza, a la fecha hay cinco millones más de pobres. Ofreció terminar con la inseguridad desde el primer día de su mandato, pero hoy vivimos el periodo de las extorsiones, el más violento y sangriento de nuestra historia.
Lo más lamentable es que desde su espacio, en la mañanera ha hecho que la mentira sea una práctica cotidiana y, que esta sea asumida como creíble.
Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com
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