La monumentalidad del conjunto sugiere que tenía una función ritual, religiosa o socioeconómica, aunque no descartan otras que no dejaron rastro. Encuentran objetos de la Edad del Bronce en un lugar cuya función sigue siendo un misterio Cambridge University Press Una investigadora de la Universidad de Toulouse, Marilou Nordez, ha presentado el estudio de 89 pulseras de bronce de la Edad de Bronce encontradas en la región francesa de Bretaña.
El autor inicial del hallazgo fue un buscador de tesoros que, en la primavera de 2021 descubrió en la comuna de Kerhouarn 59 brazaletes de bronce que datan alrededor de 1450-1300 a.C.
Las excavaciones demostraron que probablemente fueron enterrados dentro de una estructura monumental donde tenían lugar reuniones con fines rituales y/o socioeconómicos.
El área del hallazgo fue explorada por geofísicos y arqueólogos en los años 2021 y 2022, y su trabajo permitió encontrar 67 objetos de diferentes épocas en un área de 1.500 metros cuadrados. Los científicos descubrieron que los primeros hallazgos pertenecían a dos tesoros diferentes, según un artículo acerca del estudio publicado en la revista Antiquity.
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Además, durante la investigación, los arqueólogos encontraron un tercer tesoro intacto, consistente en una vasija de cerámica con 30 brazaletes dentro.
Las observaciones de campo revelaron que el recipiente había estado dentro de una bolsa orgánica que no se conservó.
¿Un espacio común? ¿Un lugar sagrado?
Las prospecciones geofísicas sacaron a la luz que los únicos elementos atribuidos a la Edad del Bronce Medio son dos segmentos de un foso y tres tesoros ornamentales.
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La falta de restos domésticos o funerarios, combinada con la monumentalidad del conjunto, sugiere que este lugar parcialmente cerrado (y posiblemente oculto) pudo haber sido utilizado como sitio de reunión, posiblemente con fines rituales, religiosos y/o socioeconómicos. Los tesoros pueden ser la causa de estas reuniones o unaRT consecuencia visible, aunque los científicos no descartan otras funciones que no dejaron rastro.
El análisis de radiocarbono de fragmentos de carbón recuperados del foso mostró que data de 1421-1272 a.C., es decir, el mismo período que el tesoro.
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