José Roberto Fuentes López.
Los especialistas señalan al término contaminación, como la introducción en cualquier medio que genera molestias y provoca efectos irreversibles o dañinos en el entorno donde se genera; y como impactan, deteriorando o distorsionando el medio, desencadenando algún padecimiento, estrés o alguna enfermedad.
La contaminación visual, se presenta directamente en elementos físicos de un paisaje, deterioran el entorno, al tiempo que violentan o interrumpen su estética que, definitivamente lo afean.
Esta contaminación visual es producida ya sea por basura, tráfico aéreo, antenas, cableado y por la publicidad en la vía pública.
Hoy la padecemos, derivada de la competencia electoral, en cualquier lugar del país por donde Usted transite, ya sea en el área rural o urbana, los puentes pasos a desnivel o espectaculares, son utilizados de una manera desmedida por los aspirantes a la presidencia de la república, misma que se incrementará con los que participaran a los cargos de elección popular, en todo el territorio nacional.
Aunado a la propaganda que se escucha en los spots en medios radiofónicos y televisivos, redes sociales, etc., con el propósito de hacerse notar, legisladores, gobernadores, presidentes municipales etc., destacando sus logros, se viene generando una elevada contaminación, que por más que se quiera mostrar el lado positivo y afable a la ciudadanía, los mexicanos somos testigos de que los verdaderos problemas que impactan a la sociedad y al desarrollo del país, siguen sin resolverse y continúan al alza.
Y como acertadamente señala la destacada periodista Yuriria Sierra,
“Esta intensificación prematura de las campañas políticas plantea serias preocupaciones sobre el desgaste de los contendientes, el agotamiento de los votantes y la falta de enfoque en temas cruciales para el país….
Si bien la competencia política es esencial en una democracia, es importante encontrar un equilibrio que evite el agotamiento de los actores políticos y permita una reflexión profunda sobre los problemas del país”.
Esta situación refleja un desmedido descontrol por parte de las autoridades gubernamentales y del árbitro electoral.
Las corcholatas de morena se muestran por todo el país, al respecto uno cuestionaría ¿AMLO ha argumentado hasta el cansancio que quería un INE austero?, pero ¿los ciudadanos tenemos que aceptar el derroche desmedido de sus corcholatas, burlando la ley?.
Es verdaderamente un insulto, cuando en fecha reciente se dan a conocer los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, los cuales señalan que los problemas estructurales del sector salud se han profundizado en algunos rubros; en otros, los estancamientos son notables, ante las enormes necesidades de la población nacional. Donde apenas un poco más del 40% de los habitantes del país, atienden sus problemas de salud en el sector público.
AMLO prometió y continúa señalando que sin seguridad pública y sin un sistema de salud de calidad, su denominada Cuarta Transformación no puede ser presentada como tal, lamentablemente en esas 2 principales vertientes no solo no ha habido avances, sino que continúa habiendo retroceso.
Es sin duda una situación incomprensible que el propio López Obrador les prohíba debatir cuando el posicionamiento debe pasar por mostrar con claridad a la ciudanía cuales son los argumentos con los que cuentan para dar respuesta a los temas que han evadido como ejemplo la responsabilidad del derrumbe de la línea dorada del metro, que provocó la muerte de 26 personas.
El próximo mandatario del país, no podrá eludir los problemas que heredara de la presente administración; retroceso y debilitamiento institucional no podrán ocultarse.
Que argumentos y posicionamiento establecerán los aspirantes para que conozcamos las acciones que llevaran a cabo, para atender el desgobierno que hoy padecemos; no se resolverá con espectaculares y con toda la contaminación visual y el derroche que resulta un insulto, al margen de soportar toda la que falta.
Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com
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