A medida que avance el sexenio del presidente López Obrador se va diluyendo la promesa de tener un mejor país, donde se respetaría y dignificaría en todos los ámbitos a sus habitantes; ahora las diferencias y el rezago social es mayor y seguramente tardaremos varios años en retomar el sendero del desarrollo.
Y si no se contaba con una visión clara y políticas públicas sólidas para alcanzar las promesas de campaña. Ahora el país es un polvorín con diversos frentes no solo locales sino internacionales que sigue abriendo el ejecutivo federal.
Prácticamente son tres sexenios en nuestro país que violencia y criminalidad escalan día a día y, las acciones del actual gobierno en seguridad y procuración de justicia lamentablemente reflejan la escasa profesionalización, muestran la corrupción, ausencia de protocolos de actuación, etc. y con base en sus declaraciones el gobierno federal solo actúa por intuición o improvisación y; más bien por el interés de reducir los costos políticos, sin importarle la ciudadanía.
A esta difícil situación que enfrentamos, sume Usted una más lamentable que es el de la educación, la cual precisamente en estas fechas de la celebración del día del maestro, se señala que se han dejado de publicar los resultados de las evaluaciones de los estudiantes de nivel básico.
Resultados que daban a conocer los avances o las deficiencias de los estudiantes en la lecto escritura, donde se señalaba puntos neurálgicos para escribir correctamente las oraciones, organizar y exponer sus ideas siguiendo las reglas básicas de la gramática y la sintaxis; operaciones matemáticas básicas, puesto que, incluso ahora, los jóvenes no pueden hacer dichas operaciones sin el uso de sus dispositivos.
Solo por señalarlo como ejemplo. Pues el compromiso del Estado Mexicano es otorgar una educación de calidad, la cual permita a los estudiantes contar con los instrumentos y herramientas necesarias para adquirir los conocimientos, “al margen de ideologías que lo manipulen a favor de cualquier tipo de poder, ya sea político o económico y, a la vez, genere sus oportunidades de desarrollo económico, social y cultural”.
Una actitud como la que pregonan en la 4t, que es de izquierda, democrático y defensor de los pobres colocaría en el centro de las políticas públicas a la educación; para el desarrollo pleno del Ser Humano y no para su manipulación.
En el tema de la transparencia y rendición de cuentas, tenemos el derecho constitucional de acceder a la información pública, para conocer cómo y en que se están empleando los recursos del erario, para evaluar los resultados de las políticas públicas, recursos que provienen de nuestros impuestos. Dejando a un lado el equilibrio financiero y monetario del país, el rezago social es lamentable, pues millones de familias hemos perdido capacidad económica.
Ahora el ejecutivo federal mantiene una postura inadmisible en contra de la Suprema Corte de Justicia, lo cual y, no se necesita ser experto en derecho, para darse cuenta qué se atenta de manera directa con el Orden Constitucional frente a la división de poderes, siendo aberrante y grosera la descalificación moral a los ministros que sostienen criterios distintos a sus deseos. AMLO abre un flanco innecesario a la intervención extranjera en nuestro país, atrevidamente califica y determina quién merece o no ostentar una jefatura de Estado extranjero, viola y atropella la ley, al tiempo que pisotea a los migrantes sudamericanos y engaña con el pretexto de “la soberanía”.
En México, no vemos –ni remotamente– la luz al final del túnel. Cada acción del ejecutivo federal termina por ser una más de las cortinas para evadir y desviar la atención de los temas verdaderamente urgentes en nuestro país. Como la asignación de los contratos públicos en todos los niveles de gobierno, para analizar el apego a la norma, si existe o no impunidad o corrupción, al no hacerlo se sigue atentando contra la inteligencia y la dignidad de los mexicanos. Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com
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