Al minuto

Octavio Paz, breve recuento por la Diplomacia.

 




José Roberto Fuentes López .

 9 de abril, fecha del natalicio de Octavio Paz (109 años), rememorando; en el 2014 asistí invitado por Beatriz Pagés Rebollar a la conmemoración del Centenario de su Natalicio, en la biblioteca de la Fundación Miguel Alemán, ante un auditorio selecto, integrado por intelectuales, académicos y miembros del cuerpo diplomático; destacaron parte de su vida y su legado a la diplomacia mexicana. Octavio Paz fue poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, 

Premio Nobel, de los más importantes escritores del siglo XX, así como uno de los grandes poetas Hispanos de todos los tiempos. Su trayectoria diplomática, se polariza entre dos figuras: su abuelo Irineo Paz, escritor e intelectual allegado al gobierno de Porfirio Díaz y su padre, Octavio Irineo Paz, simpatizante de la Revolución Mexicana y cercano a Emiliano Zapata. Visionario en su obra y, pensamiento político crítico del régimen Estalinista, consideraba que el nuevo orden internacional ya no debería centrarse únicamente en la política interna; pues era más complejo de lo que se entendía en esa época. 


 Al iniciarse como diplomático, se dedicó a temas culturales, hasta convertirse en agregado cultural, en la Embajada de México en Francia, Paz se ocupaba de sus labores de oficina, consistentes en escribir los informes para la SRE, y comenzar a organizar exposiciones y apoyar a artistas y escritores mexicanos. París definió su camino como escritor; colaboró con la UNESCO para la publicación de la Antología de la poesía mexicana, impulsó la obra de Rufino Tamayo en Europa y, apoyó al cine mexicano en el Festival de Cannes, ello le permitió estar presente en los círculos intelectuales y artísticos franceses y europeos y; conocieran arte, historia y cultura de México. Impulso la película los olvidados, de Luis Buñuel, la cual ganó el Premio de Dirección en el Festival de Cannes.


 Es trasladado a Japón y después de residir unos años en México, en 1962, fue nombrado embajador en la India, durante los siguientes seis años. Octavio Paz describió esa época como "un periodo dichoso" en el que lee profusamente y escribe varios libros de poesía y ensayo, se reencuentra y casa con Marie José. 


 Como embajador y en los momentos del conflicto estudiantil proporciona información y opiniones al respecto. En una comunicación fechada el 6 de septiembre de 1968, Octavio Paz detalla al Secretario de Relaciones Exteriores de México sobre las condiciones que presenta el movimiento estudiantil, en la India en particular y en el mundo en general; 


El documento señala: “El desarrollo económico y su consecuencia más inmediata —la movilidad social— permiten pensar que, gradualmente, la población subdesarrollada será absorbida e incorporada.


 En efecto, el sector desarrollado crece día a día y disminuye el subdesarrollado. Todo es problema de tiempo: una evolución demasiado lenta o una suspensión de la movilidad social, pondría en crisis la estructura misma de la sociedad mexicana...



 Los problemas del sector desarrollado son muy distintos y su resolución no implica un cambio de la estructura social sino una reforma.

 Esta reforma, según se verá, tendría principalmente por objeto adaptar nuestro sistema político a las nuevas condiciones creadas por el desarrollo económico, entre las cuales destacan el nacimiento de una clase media (a la cual pertenecen los estudiantes) y crecimiento del proletariado urbano”.

 Diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos, se atacó a estudiantes y personas, que realizaban un mitin en Tlatelolco. La indignación a esta acción resultó general; una de ellas, la renuncia de Octavio Paz a su cargo como embajador de México en la India.



 En una carta fechada el 4 de octubre de 1968 y clasificada como "confidencial y personal", presenta su renuncia al Secretario de Relaciones Exteriores, misma que fue aceptada el 16 de octubre. Los embajadores señalan a Paz, lleno de contradicciones y, guiado siempre por impulsos y arrepentimientos, como cualquier ser humano. Pero, sobre todo, un mexicano que vio la vida como un gran proceso de aprendizaje en donde, afirmó: “Me falta aún mucho por aprender y, más que nada, por desaprender”. Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

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