Por Enrique H. Pérez.
Durante sus giras rumbo a la gubernatura de Puebla, Miguel Barbosa, mencionó varias veces que No pertenecía a la Clase Política Poblana.
Con toda justificación, el hoy Gobernador, busco desmarcarse de ese grupo elitista.
La razón es que el pueblo llegó a detestar a los gobernantes del PRIAN, elites burocráticas que viven de los recursos que el pueblo aporta vía los impuestos.
Esta reflexión se debe a que en días pasados el partido en el poder, MORENA, renovó parte de sus órganos de dirección.
Por principio de cuentas, Mario Delgado y Citlalli Hernández, continuarán hasta el 2024 como Presidente y Secretaria General del partido, esto al obtener 1807 votos a favor, pero con 520 votos en contra; se nota el descontento aunque no suficiente para desbancar a la dupla.
Alfonso Durazo, Gobernador de Sonora, fue nombrado presidente del Consejo de Morena, es decir ocupara dos cargos de manera simultánea, aunque su posición en el Partido es honorífico algunos juristas aseguran que es violatorio a la Constitución del Estado que Gobierna.
Además de los mencionados se incorporan al Partido, de manera oficial, Gobernadores, funcionarios federales, incluidos los aspirantes presidenciales Adán Augusto y Claudia Sheinbaum, y un centenar de servidores públicos, diputados y dirigentes de las entidades.
A todo esto la pregunta es:
¿Dónde quedaron las bases de Morena?
Las bases que en 2006,2012 y 2018 dieron todo por el Movimiento, y porque Andrés Manuel llegará a ocupar la silla presidencial.
En esos años los fundadores de Morena se decían hombres libres, los dirigentes de hoy poco o nada pueden presumir su libertad, pues han quedado sujetos a la voluntad del poder.
Ese poder apabullante, inquisidor y excluyente, que tanto rechazaron, hoy domina a los dirigentes de Morena.
El alejamiento del Morena con la sociedad, en esta nueva etapa como Gobierno, ha quedado marcado en la renovación de sus órganos de dirección.
Tal vez esa sea la razón de porque el fundador del Movimiento, hoy Presidente de México, rechazo asistir al Congreso ordinario del Partido, y se negó a ser parte del Consejo una vez que haya concluido su periodo al frente del ejecutivo federal.
El reto de Morena por consolidarse como Partido político ha quedado olvidado, hoy solo son la nueva clase política de México, elitista y excluyente; la que viaja en camionetas blindadas, la que usa iPhone, la que camina con escoltas, que tiene secretarios particulares, esa a la que el pueblo rechaza y observa con desprecio, hoy eso es Morena.
Twitter @enrique_opina
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