Por ismael Rojas Cuéllar Un duro desafío regiomontano fue al que se enfrentó el piloto Rubén Ortíz el pasado fin de semana con la séptima fecha de NASCAR PEAK México Series en su regreso al Autódromo Monterrey luego de una larga ausencia del campeonato. Inició la segunda parte de la temporada 2021 del campeonato de autos stock número uno de Latinoamérica, con Rubén Ortíz tomando el volante del auto #57 ONE Hoteles/ FIESTA INN/ BIO Empaques, en una carrera exigente en el trazado de 2.9 kilómetros de longitud ante las altas temperaturas que imperaron a lo largo de los dos días de actividad que incluyeron sesión de clasificación por primera ocasión en el año.
En punto de las 2 pm comenzó una complicada competencia con duración total de 1 hora 45 minutos, teniendo presencia de aficionados en las tribunas en porcentaje reducido y diversas medidas dictadas por las autoridades. Rubén lograba concretar una buena remontada; sin embargo, una sanción con paso por pits en los últimos minutos de la misma, le hacía perder puestos para finalmente cruzar la meta en el sitio 15 de los Challenge.
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