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Cuestionan senadores a López-Gatell sobre manejo de la pandemia

 

  La sesión fue suspendida por el presidente de la Comisión de Salud, Miguel Ángel Navarro Quintero, “por no existir las condiciones de respeto y pluralidad”. La estrategia ha sido la adecuada y los esfuerzos para salvar vidas son positivos, afirma Morena; para el PAN el manejo de la emergencia sanitaria es “una vergüenza” para el país Senadoras y senadores de la República cuestionaron a Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, y a José Alonso Novelo Baeza, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sobre los resultados en el manejo de la pandemia y otros temas relacionados con el estado de la salud pública en el país. Ambos funcionarios acudieron a comparecer ante los integrantes de la Comisión de Salud, que preside el senador Miguel Ángel Navarro Quintero, como parte de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno. La comparecencia fue suspendida por senador Navarro Quintero al considerar que no había las condiciones de respeto y pluralidad ante las protestas que se realizaron en el encuentro en la segunda ronda de respuestas del subsecretario López Gatell. 

 Previamente, señaló que en estos tiempos que vive el país se tiene que ser leal a la República y a la democracia, ya que no es a través del demérito cómo se pueden construir nuevas acciones para enfrentar este problema. Acusó que en las administraciones pasadas hubo “pandemia de poder, de miseria, de abandono, de buscar a través de políticas de mercado no construir nuevas conciencias”, de ahí que no se puede dejar un México cada más destruido; “tenemos que reflexionar”, apuntó. En tanto, el senador Américo Villarreal Guerra, de Morena, resaltó que los dos funcionarios están cumpliendo en responder a una situación humanitaria y en mejorar las condiciones que se viven a causa de la emergencia sanitaria.



 Aseguró que la estrategia es adecuada y los esfuerzos que se han hecho hasta ahora para salvar vidas son positivos. Consideró criminal la actitud de personas que difunden información falsa sobre la pandemia. “Eso sí es criminal, cuando no se están manejando las cifras y los contextos científicos que nos dicen el gran esfuerzo que está haciendo nuestra nación para salir delante de esta pandemia”, manifestó. También de Morena, la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez propuso que se pongan las bases para tener una mejor salud en México y que se atienda a los 98 mil trabajadores de la salud que están sin seguridad social, y no de ahorita, dijo, sino de décadas atrás. El senador Marco Antonio Gama Basarte, del PAN, afirmó que el mal manejo de la pandemia es una vergüenza para el país, pues el gobierno no toma las decisiones que beneficien al pueblo. El gobierno, subrayó, se ha encargado de contagiar el virus del odio, que desde el poder se inocula todos los días, para lograr una polarización estéril que sólo sirve para distraer y anular la rendición de cuentas. 


 También del PAN, la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez preguntó qué acciones se están implementando, dado que México ocupa el primer lugar en personal médico que ha fallecido y por qué insumos y materiales para el sector salud son pésimos y de mala calidad, siendo que dan la batalla al frente de esta pandemia. 




 A su vez, la senadora Sylvana Beltrones Sánchez, del PRI, preguntó la fecha de cuándo los niños con cáncer recibirán sus medicamentos y por qué no se avisó del robo de estas medicinas, ya que fueron los padres de familia quienes notificaron cinco días después del hurto. ¿Por qué tarda tanto tiempo el registro sanitario?, cuestionó La senadora Verónica Delgadillo García, de MC, señaló que el manejo de la pandemia ha sido un verdadero desastre y ha costado ya miles de vidas. Opinó que ello se debe a la falta de seriedad de López-Gatell, quien pone “por encima de la ciencia a la política”. Por eso no se puede reconocer que algo se haya hecho bien hasta ahora y, sobre todo, por no hacer caso a recomendaciones internacionales para realizar más pruebas. Por eso hoy somos el tercer país con más muertes.



 Hoy voy a registrar dos instrumentos legislativos: uno, para pedir nuevamente su renuncia y, dos, para que haya una justicia por la verdad”, advirtió. La senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso, del PT, dijo que la oposición está más preocupada por lo que supuestamente no funciona que en aportar propuestas viables de solución para enfrentar el problema. Destacó que se han adoptado medidas incuestionables para hacer frente al problema, pero mientras no exista una vacuna lo único que se puede hacer es fortalecer las medidas establecidas, como el confinamiento, la sana distancia, el uso de cubrebocas, entre otros. Sugirió que se necesita un mecanismo eficiente para detectar a tiempo la enfermedad en el país, con base en la coordinación del Consejo Nacional de Salubridad y los tres niveles de gobierno.



 El senador Rogelio Israel Zamora Guzmán, del PVEM, señaló que existen casos preexistentes en la política de salud que vienen de muchos años atrás y que no dejaron de existir con la entrada de la actual pandemia, como el caso reciente del robo de medicamentos en una bodega para atender a niños con cáncer, lo cual es lamentable, reprobable e inhumano. También reconoció a la Cofepris por combatir la corrupción y tráfico de influencias en ese sector. En sus respuestas, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell se refirió a una minoría rapaz que gobernó al país en los últimos 30 años. “Por eso es sorprendente, pero no inexplicable, que haya representantes de esa minoría que, haciendo uso del foro parlamentario, pretendan dar clases de moralidad, de ética, de probidad, cuando el pueblo en su conjunto conoce perfectamente la historia”. señaló que la visión de la salud pública para el gobierno de México está enmarcada en una responsabilidad social, por lo que se abordará este asunto con acciones determinantes y estructurales. Sugirió a quienes dijeron que no se han hecho cosas, tomen nota de datos concretos. 



Desde la aparición del problema se integraron ocho grupos de trabajo para dar respuesta. La práctica de la sana distancia no ha terminado dese el 3 de marzo que se instauró, hasta manejar el problema en una sola estrategia que es un semáforo con 10 indicadores, explicó. Recordó que al iniciar este gobierno había insuficiencia hospitalaria, infraestructura abandonada, déficit en la contratación de 80 mil profesionales de la salud que prevaleció durante años, así como insuficientes camas y medicamentos, debido al abandono de la política pública en salud de los últimos 15 años, pero aseguró, “todo se ha venido resolviendo, empezando por la capacitación de personal que tampoco se hizo en décadas”. Somos un gobierno abierto que considera que esta acción no está sujeta a vaivenes políticos. 



Tenemos un pueblo solidario con el que no hubo necesidad de obligarlo a adoptar las medidas preventivas. El funcionario recomendó consultar sus conferencias vespertinas, pues toda la información está disponible para su consulta y “desmitificar las ideas contrarias a la realidad”. En su oportunidad, José Alonso Novelo Baeza, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), precisó que los tiempos para los registros sanitarios son variables, unos más sencillos que otros, según la complejidad del caso, pero no pasan de 180 días. Con relación al robo de medicamentos para niños con cáncer, informó que el hecho fue denunciado ante la Fiscalía General de la República, además, aseguró que Cofepris cumplió con la alerta sanitaria que se emitió el sábado pasado.



 Versión estenográfica de la participación inicial del doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Senado de la República, en el marco de la Glosa del Segundo Informe Categoría: Versiones Publicado: Lunes, 12 Octubre 2020 13:30 Versión estenográfica de la participación inicial del doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Senado de la República, en el marco de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno. Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, respetables senadoras y senadores. Agradezco al doctor Miguel Ángel Navarro, presidente de la Comisión de Salud de este Honorable cuerpo legislativo, el darme la bienvenida; al igual que al presidente de la Junta de Coordinación Política, el senador Ricardo Monreal Ávila. Y, abrimos esta presentación con la consciencia de que este es un importantísimo acto republicano que reviste importancia social, nacional, no solamente porque es un ejercicio indispensable de rendición de cuentas; sino porque además estamos conscientes y esperanzados que el diálogo entre los Poderes de la Unión y el diálogo entre las distintas fuerzas políticas del país, con una actitud generosa, con una actitud de construcción, con una disposición a basarnos en evidencias y en argumentos racionales, nos lleva a enfrentar las peores crisis que pudiera tener la nación. Y esta, sin duda, es una de ellas. Me voy a permitir quitarme el cubrebocas, dado que estamos a buena distancia, recordándole a la población la importancia de usar cubrebocas como un mecanismo de precaución para la salida de los virus contagiantes. Desafortunadamente, de utilidad limitada, respecto a la protección para el individuo que lo porta. Hemos preparado, el equipo de Salud, una presentación, que nos permite identificar en los próximos pocos minutos, lo que ha ocurrido en el país no solamente en términos de la epidemia de Covid-19, la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2; como un evento de salud pública de enorme trascendencia, la más grande y grave crisis de salud pública que la humanidad entera haya enfrentado en los últimos cien años. Sino además, como un fenómeno que se presenta en las realidades socioeconómicas, sociopolíticas, socioculturales, de cada nación y el mundo en su conjunto. Consideramos que es indispensable para un correcto entendimiento de la dimensión de este problema, partir de una consciencia clara sobre los fenómenos sociales, que en el caso de México y desafortunadamente de muchas naciones, están situadas en un contexto de desigualdad, de injusticia social, de concentración de la oportunidad y la riqueza, de carencia de servicios públicos, incluidos desde luego los directamente relacionados con la salud, a lo largo de muchos, muchos años. Especialmente los últimos 40 años. Hemos dicho, una y otra vez, y esto está documentado ampliamente desde hace varias décadas, que México es un país en donde la desigualdad social marca los ritmos, las consecuencias, las capacidades de actuación y el destino de miles, de millones de mexicanas y mexicanos. Esto es difícil enfrentarlo, es difícil reconocerlo, pero cuando se tiene la consciencia clara de que las realidades sociales y económicas marcan el destino de todo lo demás; consideramos indispensable tenerlo siempre presente. ¿Por qué es indispensable? Porque también, no podría haber un análisis racional, un análisis científico, un análisis técnico, un análisis riguroso de un fenómeno agudo como es una pandemia; si no se tuviera en cuenta las graves, grandes, profundas, extensas carencias de bienestar que nuestro país ha tenido a lo largo de cuatro décadas. Por lo tanto, todo evento que resulta de un fenómeno agudo, debe ser entendido para poder ser presentado con cabalidad, rigor y claridad, a la luz de estas lacerantes desigualdades, que no han sido casuales, sino han sido producto de modelos de organización económica, política y social, y en muy pocos casos cultural, de nuestro país, por eso es que es imprescindible considerarlo. A manera de un resumen, sumamente simple pero sumamente claro, presentamos estos datos que provienen del Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas, CONEVAL, en donde se reconoce que 42 por ciento de la población mexicana vive en condiciones de pobreza; 52 millones de personas, 52 millones. Y de ellas, 7 por ciento, es decir, casi 9.3 millones de personas viven en pobreza extrema. Sí, en un país que es la décimo cuarta demografía y la décimo primer economía del mundo vive esta realidad. Por lo tanto, los indicadores de disponibilidad de riqueza, de servicios sociales, no son equitativamente dispuestos para la población mexicana. Tengamos en cuenta que esa carencia implica que 26 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente, 25 millones no tienen servicios básicos razonables de vivienda, y 20 millones no tienen acceso a servicios de salud pública. Estos son datos de 2018. Este es el estatus quo en el que México enfrentó la pandemia de Covid-19. Veamos aún más, en la siguiente imagen, que el perfil de morbilidad y mortalidad de México, es decir, la realidad epidemiológica que enfrentó la población mexicana al inicio de la pandemia, y producto de más de 35 años de deterioro, implica la más grande y grave epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles del mundo. Setenta y tres por ciento, en este momento ya 75 por ciento de la población, tres cuartas partes padecen sobrepeso u obesidad, uno de los determinantes cruciales de la salud en múltiples aspectos y causa, a la vez que consecuencia de una mala alimentación y de un modelo de organización de la provisión de alimentos, que es a todas luces desfavorable para la salud, para el ambiente y para la sociedad. Veinticinco por ciento, una cuarta parte, padecen hipertensión; 14 por ciento de los adultos padecen diabetes. Somos el número uno en prevalencia de obesidad juvenil e infantil. Las causas de muerte en México, de qué mueren las personas mexicanas, refleja desde hace 12 o 15 años este deterioro de las condiciones de vida que están determinadas por las condiciones socioeconómicas. Las principales causas de muerte son las enfermedades cardiacas, la diabetes, los tumores malignos, la enfermedad hepática, todas ellas relacionadas con las enfermedades crónicas ya mencionadas y también con los fenómenos de mala alimentación. Y les recordamos que cuando hablamos de mala alimentación no estamos hablando de decisiones individuales. Casi nadie puede tomar decisiones libres cuando la disponibilidad de los alimentos está gobernada, está marcada por el mercado, por el escenario de acceso de disponibilidad de estos alimentos. Y está marcada también por las realidades socioeconómicas que vive la población. También tenemos otros problemas, como las agresiones, las enfermedades cerebro bascular, los accidentes, que son a su vez relacionados con otros fenómenos sociales de importancia. México, debemos tenerlo presente, es el único país del mundo que ha reducido su esperanza de vida al nacer fuera de aquellos que se encuentran en una situación de guerra. El único que, viviendo en un estado de paz, redujo su esperanza de vida al nacer en 2011, a consecuencia de estas enfermedades y de estos daños de causa externa. Noten ustedes la causa número ocho, que es neumonía-influenza, sólo porque será referencial para lo que estamos viviendo ahora, con una enfermedad que precisamente se manifiesta en su forma grave como neumonía e influenza. Cada año mueren en México cerca de 30 mil personas; para el dato 2018, 28 mil 332 personas fallecieron por neumonía e influenza. ¿Por qué se agrupa? Porque en México y en el mundo las estadísticas de salud consideran que hasta tercera parte de las neumonías pueden ser causadas por enfermedades virales agudas, como la influenza, todos los años. Y esta es una causa importantísima dentro de las que no son crónicas, degenerativas, que ocupan sin duda el mayor perfil de mortalidad de México. Y, a manera de introducción, veamos en el extremo derecho de esta imagen la lista de enfermedades que el mundo entero, la comunidad científica de salud pública del mundo entero identificó, y no es excepción México, cómo los determinantes directos, en términos biológicos, en términos fisiopatológicos de la mortalidad por Covid-19, y son exactamente aquellas que abundan en México, aquellas que redujeron la esperanza de vida al nacer en México; aquellas que han llevado a que tengamos una mediana edad en la muerte por Covid de 55 años, muy diferente a lo que ocurrió en los países europeos occidentales con baja prevalencia de estas enfermedades que tienen medianas de edad a la muerte, superiores a los 75 años. ¿Qué ha hecho el Gobierno de México? Empecemos primero por mencionar, en este resumen, acaso muy sintético, nuestra visión de la salud pública. La visión de la salud pública para el gobierno de México está enmarcada en una responsabilidad social. La salud pública es una ciencia social al tiempo que es una ciencia de la salud. Por lo tanto, abordar la salud pública implica abordar los determinantes estructurales. ¿Qué quiere decir esto? Aquellas condiciones de vida que están determinadas por nuestro acceso a los distintos derechos o los servicios que permiten o no garantizar derechos conocidos o consagrados como derechos universales o reconocidos por las leyes mexicanas, empezando por la Carta Magna como derechos universales, incluida no sólo la salud, sino la alimentación, la recreación, el espacio saludable, el ambiente también saludable. En este resumen sólo estoy marcando algunas de las prioridades de salud, salud mental, el tema de regulación, enfermedades infecciosas, enfermedades crónicas, todos son programas que están en curso que empezaron antes de la epidemia de Covid y que no se han detenido. ¿Por qué no se han detenido? Porque nos sirven precisamente no sólo para enfrentar de manera directa los problemas relacionados con Covid, sino para enfrentar los determinantes estructurales de la mala salud… Esta es la visión que tiene el Gobierno mexicano. Destaco el Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y competitividad a que hemos hecho referencia en múltiples ocasiones, porque es un espacio de confluencia del Gobierno en su conjunto y con la sociedad civil organizada, para enfrentar de manera sistémica, de manera integral, la salud pública. La aspiración de GISAMAC, como lo saben, es lograr tener un sistema agroalimentario justo socialmente, saludable, sostenible ambientalmente y económicamente competitivo, que nos permitiría tener otro México, otro perfil de salud y otras condiciones de desarrollo. Algunos de los ejes temáticos y operativos están enmarcados aquí y son una serie de transformaciones estructurales de la organización del Sistema Nacional de Salud, no sólo de la Secretaría de Salud, para abordar en general los derechos con instrumentos efectivos que garanticen su cumplimiento. Entre otros, vamos a lograr tener un Centro Nacional de Inteligencia en Salud, proyecto que fue formulado durante el periodo de transición de este Gobierno; el Centro Nacional de Emergencias en Salud, que ha contribuido, aún antes de su existencia, tan sólo por la organización que tenemos de manera funcional a la respuesta a la epidemia de Covid, proyecto también que venía con nosotros como parte del proyecto alternativo de nación. Quiero citar al Presidente Andrés Manuel López Obrador para que identifiquen ustedes con claridad y sin ninguna duda, cual es el espíritu y cuál es la instrucción de cómo se gobierna en México la respuesta a la epidemia de Covid. Dijo nuestro Presidente: vamos a continuar con el criterio de escuchar a los que saben, no politizar el tema, que sean los técnicos, médicos, científicos, los que nos orientes y manejen toda la política, la acción que se tiene que seguir llevando a cabo. Una cosa es la política y otra es la salud pública. ¿Por qué lo cito? Porque consideramos que a los largo de estos meses, aunque es entendible desde un punto sociológico y desde un punto de vista de la conducta humana, es entendible que afloren actitudes, respuestas, comportamientos no favorables a la unidad, no favorables a la serenidad, no favorables a que permee la información clara, precisa, técnica y científica que desde el Gobierno hemos estado presentando, es entendible, porque la vida pública del país también contiene los intereses políticos y los intereses económicos. Sin embargo, no debemos tener duda que en México, en voz de su Presidente, fue uno de los pocos países que de manera explícita decidió y lo ha ejecutado de esta manera, tener una conducción científica de esta epidemia, lejano de los intereses políticos o las coyunturas de momento. Es por esto que se integró un grupo técnico de expertos, desde luego, a la cabeza, nuestro Secretario de Salud, el doctor Jorge Alcocer Varela, y varias compañeras y compañeros expertos en la materia de salud pública, de la medicina, de la virología, de la ciencia y de la tecnología. Algunos están en esta diapositiva, el grupo es sumamente amplio, haré referencia a ellos por las instituciones que representan. Ahora, quiero centrarme en la siguiente imagen, en un concepto básico. He tenido el gusto de presentar ante este Senado, ante esta Comisión, por dos ocasiones anteriormente. Lo vuelvo a presentar; lo hemos presentado a la sociedad. Es un concepto relativamente simple pero extraordinariamente importante. Manejar, enfrentar una pandemia no es una tarea sencilla, por lo tanto, hay que tener claro cuáles son los objetivos. El mundo entero y coordinado por la Organización Mundial de la Salud lleva décadas preparándose para fenómenos como éste. Y uno de los conceptos más robustos, más consistentes que están presentes en los objetivos del manejo de este tipo de fenómenos, es lo que se muestra en la diapositiva. Lo explico nuevamente y con mucho gusto: Tenemos aquí dos curvas. Creo que a estas alturas la mayoría de quienes nos escuchan aquí, respetables senadoras y senadores, y en la audiencia pública, saben lo que es una curva epidémica, no intentaré explicarlo en este momento. Una curva epidémica muestra la ocurrencia de un evento, la enfermedad, o la muerte, o la hospitalización, o cualquier otro evento de interés a lo largo del tiempo. Entre más alta es una curva, tiene una forma de una montaña, más intenso es el fenómeno; y entre más baja es esa montaña, más diferido o reducido es el fenómeno. Lo que vemos en la curva picuda, indudablemente prominente, es lo que hubiera pasado en México si no se hubieran hecho las intervenciones. Lo que vemos en la sombra, de color magenta, es lo que se logró por intervenciones, no de manera casual, esto no es sólo contemplar, nadie está contemplando, todo mundo debe estar atento y actuando. Al menos esa es la disposición del Gobierno de México. Vemos tres objetivos claramente delineados y afortunadamente logrado. El primero, con el número uno, es ganar tiempo. Cuando llega una epidemia puede ser explosiva, como desafortunadamente les ocurrió a los países europeos y esto puede hacer que se colapse el sistema de salud y que haya muerte, como resultado de la incapacidad del sistema. Hay que ganar tiempo logrando disminuir la transmisión; eso se logra con una intervención de manera general conocida como mitigación comunitaria y, en México, conocida como Jornada Nacional de Sana Distancia. Lo segundo es lograr tener menos casos diarios porque esto es lo que determina la relación entre necesidad y disponibilidad de los servicios de salud, y con ello se logra el tercer objetivo, que es un menor impacto sobre la sociedad. Vamos a pasar a la siguiente para destacar sólo uno de los elementos, y acá hay una lista de algunos de los componentes centrales de una estrategia integral de respuesta en salud pública: Reducir la velocidad de transmisión, asegurar la atención de casos graves, prevenir la salud desde el nivel comunitario, atender de manera integral a la población, atender la coepidemia de salud mental, tomar decisiones con base en inteligencia estructurada en salud, garantizar la atención médica de calidad y vigilar estratégicamente el comportamiento de la pandemia. Nuestro enfoque es la sociedad. ¿Por qué?, porque esto es un fenómeno social, aunque, a nivel individual cada uno tiene la inquietud de protegerse a sí mismo y esto ha llevado a actitudes defensivas de pensar en el cubrebocas, en la distancia, en el lavado de manos, como si fuera un asunto en el que cada quien tiene que protegerse en lo individual. Pero no es así; científicamente la salud pública es una disciplina social y por lo tanto tenemos que abordarla desde una visión social. Esto nos llevó a tomar decisiones en las que un país, asolado históricamente, sobre todo en los últimos 15 años, por la violencia, por el encono, por el abuso de autoridad, era indispensable no victimizar, no culpar a quien tuviera el problema sino más bien atender de manera estructurada a las entidades responsables de lograr que las personas mantuvieran la sana distancia. Veamos en una panorámica la curva epidémica real de casos estimados que se muestra y asociada a ella están cada uno de los puntos de intervención que hemos ejecutado para destacar la oportunidad en que han ocurrido. Y lo que vemos es cómo desde el inicio instrumentamos intervenciones de mitigación, precisamente en un momento en que era indispensable tener la actuación para minimizar el impacto de la epidemia, logrando reducir la transmisión y manteniendo disponibles las camas hospitalarias, que logramos aumentarlas más de cuatro veces, junto con el personal de salud. Muchas gracias.

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