El siglo XX trajo algunos vehículos que cambiaron la historia. Vehículos como el Modelo T de Henry Ford cambiaron el panorama automotriz. Pero ninguno con el impacto y duración del VW sedán de Ferdinand Porsche.
En la Alemania Nazi, Hitler quería un coche para el pueblo y Ferdinand fue el encargado de crearlo. El coche, conocido como KdF-Wagen daría, en 1938 la posibilidad de recreación para la población. Ese mismo año, Tatra puso una demanda contra la fabricación del KdF-Wagen porque lo consideraba copia de su diseño.
Tatra era una compañía checa, así que la demanda evidentemente no prosperó; evidentemente una demanda de infringimiento en contra de Alemania por parte de una empresa checa no prosperaría durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la guerra, la demanda continuó y en 1960 VW se vio forzada a pagar a Tatra por el infringimiento.
El nombre KdF era la abreviatura de la organización gubernamental de Alemania que se encargaba de eventos recreativos y culturales. Las siglas significaban Fuerza a través de la Alegría.
La producción del KdF-Wagen se interrumpió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, pero se retomó a manos de los británicos en la Alemania dividida. Curiosamente, la planta de Volkswagen, con sus daños por los bombaredos, fue ofrecida a los fabricantes ingleses, quienes no la quisieron porque el coche era inferior a sus expectativas. La planta se reactivó para producir vehículos por el ejército inglés.
La popularidad del VW Tipo 1 creció rápidamente después de la guerra y en 1949 comenzó a exportarse a Estados Unidos. Para 1972 la marca había producido más de 15 millones de coches; sobrepasando al Modelo T en coches fabricados.
El Tipo 1 fue evolucionando, pero se mantuvo fiel a su diseño de los treintas. Su éxito le dio una larga vida, el coche con más tiempo en el mercado; su prodCréditos:
Texto: Alberto Bortoni
Edición: Mauricio Venturaucción terminó en el 2003 con el último de estos modelos saliendo de la planta de VW en Puebla.
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