CUITLATLÁN
POR FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Se dice que dos altos directivos de la empresa de capital francés Citelum estarían ofreciendo el cielo y las estrellas a quien les consiga en este mes una cita con la edil de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, para intentar persuadirla de que acepte recontratar esta compañía para dar mantenimiento al servicio del alumbrado público, luego de que la actual administración le quitó esa facultad, entre otras razones por el sobrecosto que cobraba por dicha labor.
Por eso llamó poderosamente la atención que recientemente fue visto comer en el restaurante El Mural de los Poblanos al coordinador de los regidores del PAN en el ayuntamiento de Puebla, Enrique Guevara Montiel, quien habría estado compartiendo el pan y la sal con dos funcionarios de Citelum.
Quienes lo vieron en ese establecimiento de moda entre la clase política poblana dicen que, al parecer los comensales que estuvieron con el panista son Jesús Alva y Ángel Descalzo, dos importantes directivos de la polémica empresa dedicada a atender las redes de alumbrado público en varias ciudades del país.
¿Qué tiene de especial que Guevara degustara platillos de la cocina tradicional poblana con dos integrantes de una empresa que llegó por primera vez a la Angelópolis en el año 2001, de la mano del entonces presidente municipal Luis Paredes Moctezuma?
La respuesta es muy sencilla: el panista es el más férreo crítico –dentro del Cabildo de la ciudad– de la edil Claudia Rivera Vivanco y en particular, de la decisión del ayuntamiento de contratar a la compañía Milenium Centro de Iluminación, en lugar de Citelum.
Los testigos que dicen haber presenciado ese supuesto encuentro entre Guevara y los enviados de Citelum, comentan que los segundos al parecer habrían estado intentando convencer al regidor de tres asuntos fundamentales:
Primero: que les consiguiera, por adelantado, las bases de la licitación que en enero abriría el ayuntamiento de Puebla para elegir a la empresa que se hará cargo del alumbrado a lo largo del presente trienio.
Segundo: que les pudiera abrir las puertas de la oficina de Claudia Rivera, para hablar con la edil en este mes, es decir antes del concurso que servirá para seleccionar una nueva compañía dedicada a garantizar el funcionamiento de las luminarias del municipio de Puebla.
Tercero: que tal vez los pudiera ayudar a que Citelum regrese al negocio de encargarse de uno de los principales servicios públicos de la capital.
Dicho encuentro despierta la duda: ¿El regidor Guevara es crítico del tema del alumbrado por su carácter opositor al gobierno de Morena en la capital o por qué quisiera ser parte de los intereses económicos de Citelum?
Solo el regidor sabe qué lo motiva a querer echarles una “manita” de ayuda a los directivos de la compañía en cuestión.
Como mera recomendación, el regidor Guevara debería revisar lo que pasó con Odebrecht, para evitar tropiezos.
Citelum tiene fama –bueno, eso se dice– de ser bondadosa con quienes les ayudan a consiguen contratos.
Y se le ha cuestionado que por esa razón siempre sus precios registrarían sobrecostos.
En el caso de Puebla, desde el ayuntamiento se calculó que tan solo en el último trimestre de este año quería cobrar un sobrecosto de alrededor de 16 millones de pesos.
Si se parte de la idea de que ese sobrecosto estuvo presente en cada ejercicio anual y que tuvo el servicio de alumbrado de la capital en los últimos 4 años y medio, arroja una cifra de un sobrecosto global de unos 250 millones de pesos. Una cantidad nada despreciable.
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