
Puras cifras y promesas resultó ser el plan de Gobierno Municipal que presentó este lunes el candidato a presidente municipal de Huauchinango Isaac Martínez Amador quien prácticamente sacó una copia del mismo plan que presentaron hace algunos años atrás sus hermanos Carlos y Omar cuando fueron alcaldes de Huauchinango.
Con bombos y platillos el candidato a la alcaldía Isaac Martínez Amador citó a una conferencia de prensa donde ante un reducido grupo de ciudadanos presentó su plan de gobierno municipal el cual está integrado con propuestas intrascendentes porque no existe ninguna que genere expectativas reales de progreso para los habitantes de Huauchinango y solo es un plan para salir en los medios de comunicación y disfrazar su desconocimiento pleno de los problemas que realmente vienen afectando a los ciudadanos, ejemplo de ello es que en seguridad pública prometió mandar capacitar a los elementos de la policía municipal cuando en realidad quien hace esto es el gobierno federal y estatal bajo un programa permanente esa es la novedad que quiere impactar el candidato a la presidencia municipal para mejorar la seguridad en el municipio, vaya propuesta, otra propuesta que también generó grandes críticas es que Huauchinango es el centro más importante económicamente hablando por su intercambio comercial cuando en realidad es que no es así según los propios comerciantes quienes han visto desaparecer sus ganancias en venta de sus productos después de que el tianguis fue quitado de las principales calles de la ciudad cuando el alcalde era su hermano Carlos Martínez Amador.
Otra vaga propuesta del candidato Isaac Martínez Amador es en el ramo educativo donde se compromete a becar a estudiantes para que continúen sus estudios cuando quien maneja este programa es el Gobierno Federal en coordinación con la SEP estatal.
En el ramo de turismo, promete 6 rutas turísticas pero sin tener un estudio a fondo comentan en Huauchinango que ya nada mas faltó que prometiera un aeropuerto para que los turistas puedan llegar por aire.
Por Karla Soto
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