“Una vez es coincidencia, dos es casualidad y tres es la acción del enemigo”
Ian Fleming
Tres actos han marcado los tiempos de Manlio Fabio Beltrones sobre su futuro político inmediato. Los tres en menos de una semana, los tres relacionados y los tres, supongo, bastante planeados.
Primer acto: La rechifla en el mitin de Guadalajara a su candidato por el PRI José Antonio Meade y de quien es Coordinador General de la primera circunscripción que, coincidentemente, incluye a Jalisco.
Quien ha participado en campañas políticas sabe que estos actos son muy cuidados. Y si bien, siempre existe el riesgo de cualquier tipo de problemas, estos se anticipan, se saben y se detienen. En este caso, me es claro, lo dejaron llegar.
Segundo acto: el anuncio ayer de la renuncia de Canek Vazquez al PRI para participar como candidato plurinominal por Morena.
Esto pasaría desapercibido para cualquiera si no fuera porque este personaje pertenece al grupo político de Beltrones. Creció a su amparo y fue, incluso, su Secretario Particular.
Cuando se pertenece a un grupo político, nadie toma decisiones, menos de este tipo, sin la anuencia y apoyo de su líder.
Tercer acto: también ayer, durante la presentación de un libro, el mismo Manlio dijo no estar interesado en ser candidato plurinominal para este proceso electoral y aclaró: “mi verdadero interés es en que este país tenga una gobernabilidad a futuro. Todo gira, otra vez, alrededor de la gobernabilidad, las pasiones en la política pueden ser encausadas de distinta manera, yo ya dije la mía, preferentemente está en buscar la gobernabilidad, no una posición dentro del Congreso, y ahí es a donde me dedicaré”.
Para quienes saben de la animadversión que le tiene el grupo Videgaray, al que pertenece Meade, saben que este ejercicio de gobernabilidad no podría jugarlo en ese equipo.
También saben que no es particularmente querido por Anaya, así que tampoco podría hacerlo de ganar el niño azul.
Si a lo anterior sumamos que el puntero en esta elección es Andrés Manuel López Obrador, que además es quien requiere de un perfil como el que ofrece Beltrones para dar certidumbre a los mercados, pues se cierra la pinza. Aunado a ello, AMLO necesitará un personaje en la Secretaría de Gobernación a quien derivarle los costos de los primeros golpes de gobierno.
Y por si esto no acaba de convencerlo, el discurso de Manlio sobre gobiernos de coalición lo colocan en una posición en la que no se estaría hablando de traiciones hacia su partido o de incongruencia.
En política no hay coincidencias, y pareciera que Don Beltrones ya se decidió con un candidato y con otro Presidente.
Nos leemos la próxima semana….
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