Inicio > Saltillo > ‘No me di cuenta de cómo maté al vecino’
‘No me di cuenta de cómo maté al vecino’
Por alminuto.mx • noviembre 04, 2014 • Coahuila Insólito Nota Roja Saltillo • Comentarios : 0
Saltillo,
Coah.- Un día ya no soportó más a los vecinos que constantemente molestaban a
su familia y al calor de las copas asesinó a uno de ellos de una certera
cuchillada en la yugular. Después de
10 años de constantes conflictos con sus vecinos de la casa contigua en la
colonia Benito Juárez y de interponer demandas que nunca fueron atendidas, se
llegó el fatal día en que la vida de Flaudio Sánchez Escobedo cambió para
siempre. Cometer el
homicidio por el que purgará una condena de 30 años lo hizo sentir al principio
como si hubiese abandonado a su familia, pues sus cinco hijas y su esposa
tuvieron que seguir su vida mientras él estaba tras las rejas. Por el grado
de embriaguez que presentaba, ni siquiera recuerda cómo fue que sacó el
cuchillo con el que asesinó a su vecino, pero asegura que se arrepiente de ese
incidente por el que lleva 15 años recluido. “Esa vez
andaba tomado yo y andaba tomado él, empezó a molestarme, ya era noche, como
las 11, no supe ni cómo lo maté porque andaba tomado”, relata. Flaudio es
un hombre de la tercera edad, tiene 71 años, pero adentro del Cereso varonil ha
tenido la oportunidad de estudiar y trabajar. También se
mostró dispuesto a reflexionar sobre su adicción al alcohol, pues cuando estaba
libre el dinero que ganaba lo destinaba a la tomada, aunque nada quedara para
su familia. A su llegada
al reclusorio ahí se vendían bebidas, asegura, pero así como él cometió un
crimen a causa del alcohol, estaba decidido a vencerlo e ingresó a un grupo de
Alcohólicos Anónimos. “Me sentí
mal ya cuando se me cortó, que estaba aquí y como los meros hombres empecé a
llorar porque me acordaba de mi familia y qué iban a hacer”. Su primera
actividad en el Penal fue en “la obra”, una ampliación que se hizo en las
celdas, trabajo por el que le pagaban 250 pesos a la semana. Luego colaboró en
una ixtlera donde también cobraba poco. Después durante 12 años se dedicó a
realizar labores de limpieza en el Penal hasta que hubo cambio de
administración y se presentó la oportunidad de una nueva actividad. Por 800
kilos de cartón que logró juntar le pagaron 350 pesos, luego ganó el primer
premio de una rifa y con ese dinero compró una pequeña canasta con dulces y
café. Ese fue el negocio que emprendió con sus compañeros y con ese ingreso
ayudaba a su familia. Luego llegó
el tiempo en que los miembros de la delincuencia organizada empezaron a
ingresar al Penal y acabaron con su vendimia, pues querían el dinero para
ellos, pero sólo fue temporal ya que después los trasladaron a otros penales y
él pudo seguir con la venta del café, porque los dulces se prohibieron. “Gracias a
Dios me ha ido bien, yo les digo a los compañeros que hay que entender que ya
cometimos el delito y ahora hay que buscar la manera de ser mejores”, afirma. En su
decisión de cambiar y dejar el vicio del alcohol, después del homicidio
cometido, don Flaudio se empeñó en estudiar y cursó la primaria y la
secundaria. También ha
tomado cursos de reparación de aparatos domésticos y de electricidad, oficio
que no fue difícil aprender. A raíz de lo
que sucedió, Flaudio prefiere ser reservado con sus compañeros. Asegura que
convivir no es lo suyo, aunque tiene un trato cordial con todos pues ahora
prefiere evitar enfrentamientos.
Zócalo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
Publicar un comentario