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La PGJ cuida a Edgar Salomón para que evite cargos por violación sexual


Publicado por Fermín Alejandro García.
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La Jornada de Oriente.
Se equivocan quienes creen que con el caso de Chalchihuapan la Procuraduría General de Justicia (PGJ) había llegado al límite de los abusos, pues ahora resulta que a un personaje acusado de violación sexual le mandan una patrulla para que lo recoja en su casa, lo lleven a declarar ante el Ministerio Público (MP), lo traten con cortesía, le den privacidad, facilidades y luego lo retornen a su casa de manera discreta, para que no sea molestado por la prensa o los abogados de su acusadora, una joven de 26 años de edad.

Se trata del ex diputado local del PRI, Edgar Salomón Escorza, contra quien pesa una demanda por violación sexual y ayer personal de la PGJ le dio todo tipo de facilidades para que lo trasladaran, no en calidad de detenido sino de invitado, a una oficina privada del MP y le ofrecieran todo tipo de ventajas para declarar, al mismo tiempo que se han hecho todos los esfuerzos para dejar sin efecto las pruebas y testigos, cambiando fechas de audiencias y diligencias, además de negar la realización de peritajes.

A eso de las 8 de la mañana, al ex legislador priista lo llevaron a unas oficinas de la PGJ, junto con su abogado, para que en un privado, lejos de la prensa y otros testigos, pudiera declarar a gusto. Cerca de las 10 de la mañana se presentó, por casualidad, la abogada de la joven que presuntamente fue agredida sexualmente por el ex legislador. Entonces, la coordinadora de las oficinas fue a interceptar a la litigante para que de manera amable, cordial en exceso, la llevara a otra oficina y no se percatara que ahí se encontraba Edgar Salomón.

Unos acompañantes de la abogada de la parte acusadora estaban afuera de las instalaciones de la PGJ de San Martín Texmelucan y vieron cómo Salomón Escorza fue sacado por una puerta trasera y en un vehículo oficial lo regresaron a su domicilio, en compañía de su abogado.

Es decir, ahora la PGJ le da un trato diplomático a los presuntos abusadores sexuales y le da una patada en el culo a las victimas. Esa es la modernidad que trajo a Puebla el procurador de Justicia, Víctor Carrancá.

Dicho asunto se deriva de una acusación que presentó la joven Adriana Flores Carmona, quien es técnica en diseño gráfico, y de acuerdo con lo asentado en la averiguación previa 1942/2014/ SNMAR/AESEXV, el pasado 14 de septiembre, en el bar Cura Cruda, se topó con Salomón Escorza, quien a eso de las 3 de la mañana presuntamente la obligó a subir a su auto Porsche y luego la llevó a un domicilio privado, en la calle Cristobal Colón 105, en donde la habría violado.

Las anomalías de la PGJ

El asunto de la forma en que llevaron a declarar a Edgar Salomón es la anomalía menos grave. Las irregularidades principales que se han cometido por parte de la PGJ para proteger al ex diputado local del PRI son las siguientes:

1. La parte acusadora presentó como testigo a Arturo Arteaga Domínguez, quien era mesero del antro en donde supuestamente Salomón conoció y sacó a la fuerza a la joven Adriana Flores. El trabajador del antro había sostenido que quiso impedir que el ex legislador se llevara a la fuerza a la mujer agredida.

Cuando Arturo Arteaga se presentó a declarar oficialmente dijo todo lo contrario a su dicho inicial. Sostuvo que Flores Carmona le había coqueteado a Edgar Salomón, que estaba tomada y que voluntariamente se había ido con él. Acusó a la mujer de ser promiscua y hasta se atrevió a decir que él ya se había acostado con ella, como resultado de que a la acusadora le gusta el sexo casual.

Las abogadas defensoras de la victima sostienen que hay la sospecha de que el testigo ya recibió beneficios económicos y le ofrecieron conseguirle una matrícula en una carrera de la UAP.

2. Una parte fundamental del caso es que Arturo Arteaga Domínguez escribió con su puño y letra la versión de que Edgar Salomón presuntamente se llevó a la fuerza a Adriana Flores Carmona. Cuando el mesero compareció ante el MP negó lo que manifestó en el texto en cuestión; entonces la parte acusadora pidió una prueba de grafología para determinar la autenticidad del escrito, pero la PGJ ha movido mar y tierra para que no se haga dicha prueba.

El mesero fue citado por segunda vez por el MP para comparecer el 19 de noviembre y sin que le notificaran a la parte acusadora, lo hicieron declarar una semana antes –al igual que a Edgar Salomón– en privado, sin que estuvieran presentes en ese momento los representantes de Adriana Flores.

Lo mismo se hizo con una joven de nombre Carla, quien es testigo de los hechos, y la habían citado para el 21 de noviembre y sin ninguna justificación la hicieron comparecer el 4 de noviembre, igual que en los anteriores casos, sin testigos de por medio.

Lo grave es que a la joven que acusó le niegan leer el expediente para que no sepa qué declararon Salomón y los testigos. En cambio al ex diputado le facilitaron toda la documentación desde un principio.

3. El MP no quiso hacer la prueba de que los autos Porsche se pueden cerrar con un control remoto y no se pueden abrir de manera manual por un ocupante, siendo esa la causa por la cual Adriana Flores supuestamente no pudo huir del auto –de este modelo– en que Edgar Salomón la trasladó al domicilio de sus padres, en donde al parecer se perpetró la agresión sexual.

4. Cuando Adriana Flores se presentó para que le levantaran una prueba psicológica, la perito, de nombre Alejandra, en lugar de hacer su trabajo se dedicó a agredir a la agraviada, diciéndole en todo momento qué quién se creía para acusar a Edgar Salomón.

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