Es caso juzgado
Por Enrique Núñez
Pese a que el gobernador Moreno Valle solicitó abiertamente que la PRG atrajera el caso Chalchihuapan, incluido el asesinato de José Luis Tehuatlie, el día de ayer el procurador Víctor Carrancá dio una conferencia de prensa y —sin esperar los dictámenes de la PRG— presentó los estudios de la dependencia a su cargo, en una clara violación a los lineamientos de imparcialidad que requiere cualquier investigación.
En esa lógica, me pregunto: ¿Para qué demonios pidió Moreno Valle que interviniera la Procuraduría General de la República, si no esperaría los resultados de sus investigaciones?
Era evidente que si sólo se basaron en los peritajes de la dependencia estatal, los resultados exonerarían a los funcionarios estatales.
No podía ser de otra manera.
Así fue como la Procuraduría de Justicia estatal determinó que fue una onda expansiva proveniente de un cohetón la que mató a José Luis Tehuatlie y que, además, fueron los manifestantes los que propiciaron los actos violentos.
En pocas palabras, Carrancá sigue en la necedad de negar lo evidente y de tratar de culpar a los pobladores, con tal de absolver al gobernador y a los mandos de seguridad que ordenaron el violento desalojo.
El problema para Moreno Valle y su procurador es que en este momento —salvo sus voceros— ya nadie les cree absolutamente nada.
El caso, mucho antes de la conferencia de ayer, ya era caso juzgado.
Sólo Televisa, Azteca y algunos otros medios a modo se sumaron a la versión oficial, con el repudio generalizado de la sociedad.
Lo que antes decía Televisa era una verdad de a kilo. Lo que hoy dice Televisa es motivo de escarnio público.
Televisa, un cómplice morenovallista
Al respecto, seguramente la gran mayoría de los poblanos se pregunta por qué Televisa no toca ni con el pétalo de una rosa a Rafael Moreno Valle, pese a que en todos los demás medios el gobernador poblano es señalado como el principal sospechoso del asesinato del niño José Luis Tehuatilie en los lamentables acontecimientos de San Bernardio Chalchihuapan.
La respuesta es muy sencilla.
Además de los múltiples beneficios económicos recibidos por la cadena televisiva de parte del gobierno de Puebla, Rafael Moreno Valle sostiene una añeja relación de amistad con el hombre más poderoso de Televisa después de Emilio Azcárraga Jean.
Para quienes no lo conocen, les diré que estoy hablando de Bernardo Gómez Martínez, vicepresidente ejecutivo de Televisa, el cual considera a Moreno Valle como un hermano.
Hay que decir que Bernardo es el hombre más influyente del consorcio televisivo del cual dependen todos los noticieros y los contenidos políticos que emanan de los canales de esta empresa.
No hay una sola noticia política que no pase por el palomeo de Bernardo Gómez, quien está a cargo de las relaciones y los negocios de su empresa con los gobiernos.
Pero más allá de las relaciones comerciales y de los millonarios acuerdos, es importante saber que la vieja relación de amistad entre el gobernador y este alto ejecutivo de Televisa está ligada a sus sentimientos familiares, al grado de que Bernardo le dice papá al padre de Moreno Valle y, en el mismo sentido, el gobernador poblano corresponde con un cariñoso papá al hombre que engendró al poderoso ejecutivo de Televisa.
Sólo eso explica la protección que recibe el gobernador del estado de parte de la principal empresa televisiva, pese a que la gran mayoría de los medios coinciden en culpar a Moreno Valle del asesinato del niño Tehuatlie.
Sólo este contubernio “familiar” hace entendible la sobreprotección de Moreno Valle, pese a que socialmente ha sido sentenciado como el autor de esta barbarie.
Cualquier otra explicación sale sobrando... papá.
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