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En vilo, el sueño morenovallista

En vilo, el sueño morenovallista





Por Enrique Núñez

El violento desalojo en San Bernardino Chalchihuapan, en donde José Luis Alberto Tlautle Tamayo, un menor de 13 años, salió gravemente herido, tiene en vilo a la actual cúpula en el poder. No es para menos, su estado de salud es muy delicado.


La torpeza policiaca y el afán del actual gobierno estatal por acallar a la oposición a través de fuerza pública tienen al morenovallismo entre la espada y la pared.


Si ayer quienes ordenaron el desalojo improvisado no midieron las consecuencias del operativo policíaco, ahora esas acciones amenazan con pasar una dura factura al sueño presidencial.


Este día, en las páginas de Intolerancia, usted conoce el desgarrador testimonio de la madre del pequeño Alberto Tlautle.


Hay nerviosismo. El movimiento en el Hospital General de Sur aumentó en las últimas horas. Personal de la administración morenovallista entra y sale. Los teléfonos no dejan de sonar en la zona.


La indicación es clara: “Salvarle la vida el menor de 13 años”. Caso contrario, el costo político para el morenovallismo será muy elevado.


Elia Tamayo relata cómo los policías estatales aventaron “cosas que detonaban” contra los manifestantes. Además, durante la entrevista echa por tierra la versión del gobierno del estado, la cual señaló a los habitantes inconformes de las juntas auxiliares de llevar menores a la protesta.


La joven madre cuenta que fue por su hijo a la escuela cuando sucedió la gresca y responsabilizó a la Policía Estatal de las agresiones hacia el pequeño José Luis, según se lee en la queja que se formuló ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.


Además, el operativo evidenció, nuevamente, la falta de preparación de los uniformados y la nula capacidad de los funcionarios del gobernador Moreno Valle para desarticular de forma pacífica la protesta y evitar el violento desalojo.


Tal parece que al momento de tomar decisiones se van por la fácil y se dejan llevar por la calentura del momento. Ahora, esa calentura tiene contra las cuerdas a más de uno. Y lo peor del caso, un menor se debate entre la vida y la muerte.


Conforme avanza el sexenio éste se asemeja cada vez más a los viejos gobiernos del PRI, los mismos que corren por la sangre del Señor de los Cerros.


De complicarse el caso, la imagen del gobernador Moreno Valle iría en picada, el sueño presidencial pendería de un hilo. Ése fue el riesgo por el que apostó al imponer leyes intransigentes.


Ojalá que este terrible incidente sirva para dar un viraje a la política represora; sin embargo, eso es muy poco probable.


Y si no, al tiempo.

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