Los casos de “escenas fantasma” abren un debate sobre los límites éticos del marketing cinematográfico y la delgada línea entre proteger el suspenso y engañar al espectador, de acuerdo a Spoiler.
Ciudad de México, 2 de diciembre de 2025.- Los tráilers se han convertido en un género cinematográfico por sí mismos: condensan emoción, trama y espectacularidad en menos de tres minutos. Pero detrás de esa destreza narrativa se esconde, a veces, una forma de manipulación visual. De acuerdo a la plataforma de entretenimiento Spoiler, no son pocos los estudios que incluyen escenas diseñadas exclusivamente para el avance y que jamás llegan a la versión final de la película
. Para algunos, es una estrategia legítima para evitar spoilers; para otros, una mentira bien producida.
Un análisis de Spoiler.mx de varios blockbusters contemporáneos revela una constante: muchos de los momentos más recordados de sus tráilers no existen en el filme. Las escenas eliminadas o alteradas no son simples detalles, sino fragmentos que, al durar entre cinco y quince segundos, condicionan la percepción de millones de espectadores antes del estreno.
Entre los casos más sonados están Avengers: Infinity War, Yesterday, Spider-Man: De Regreso a Casa y Rogue One: Una Historia de Star Wars, ejemplos claros de cómo Hollywood domina el arte de venderte una película que nunca verás.
Yesterday (2019) - La demanda por una actriz invisible
Más allá del marketing, Yesterday llevó la polémica a los tribunales. Su tráiler mostraba a la actriz Ana de Armas como el nuevo interés romántico del protagonista, en una escena donde él le canta "Something", de The Beatles. Pero todas sus apariciones fueron eliminadas antes del estreno.
Dos espectadores demandaron a Universal Pictures por "publicidad engañosa", alegando que alquilaron la película solo por verla a ella. La escena ausente duraba unos 15 segundos, suficientes para convertir a De Armas en un atractivo comercial.
Aunque el caso fue desestimado, marcó un precedente legal sobre los límites de lo que un tráiler puede prometer.
Spider-Man: De Regreso a Casa (2017)
- La mentira admitida
En esta película, Marvel rompió la cuarta pared del marketing. El tráiler mostraba a Spider-Man y Iron Man volando juntos sobre Queens, una imagen espectacular que captó la atención global.
Días después del estreno, el director Jon Watts confesó que la escena fue creada exclusivamente para el avance y "nunca existió" en el corte final. Es decir, se trataba de 12 segundos de ficción publicitaria. Aunque algunos fans se sintieron defraudados, la mayoría lo tomó como una estrategia ingeniosa.
Avengers: Infinity War (2018) -
La épica que no existió
El tráiler de este blockbuster prometía una de las secuencias más icónicas del Universo Marvel: una carrera heroica de los Vengadores en Wakanda, con Hulk al frente. Sin embargo, esa escena jamás ocurre en la película; Bruce Banner ni siquiera se transforma durante la batalla.
Además, varias frases del villano Thanos, como "Fun isn’t something one considers when balancing the universe", fueron eliminadas del montaje final. De acuerdo a un análisis de Spoiler, en total, unos 10 segundos de material inexistente. Marvel explicó que las alteraciones buscaban "proteger las sorpresas", pero los fans interpretaron la jugada como una forma sofisticada de desinformación.
Rogue One: Una Historia de Rogue One (2016) -
La rebelión que se reescribió
El caso de Rogue One es el más notorio dentro de Lucasfilm. El tráiler mostraba a la protagonista, Jyn Erso, enfrentando un TIE Fighter y diciendo la ahora icónica frase: "This is a rebellion, isn’t it? I rebel!" Pero ninguna de esas escenas aparece en la versión final.
Los numerosos reshoots ordenados por Disney modificaron gran parte del guión, dejando fuera al menos 8 segundos del material más emblemático del tráiler.
La crítica notó el contraste entre la rebeldía anárquica que se promocionaba y el tono más bélico y estructurado del resultado.
Según el análisis hecho por Spoiler.mx, los tráilers modernos no solo venden historias, sino emociones diseñadas para viralizarse.
En el proceso, los estudios modifican o inventan escenas para conservar el misterio o crear impacto, aun a costa de la precisión. La línea entre la "protección narrativa" y la "publicidad engañosa" se ha vuelto difusa. En última instancia, el público sigue acudiendo al cine, consciente de que los tráilers son, en el fondo, promesas visuales.