Guadalajara.- Con una tétrica carga de 157 cadáveres en su interior, un tráiler se ha convertido en una verdadera pesadilla para habitantes de tres municipios de Jalisco que han tenido que soportar el riesgo sanitario y los fétidos olores que emanan de la unidad que las autoridades han estacionado cerca de zonas habitacionales.
Inicialmente, el tráiler con su caja refrigerada estaba dentro de una bodega en el municipio de San Pedro Tlaquepaque donde los cuerpos de esas personas sin identificar –enviadas por la Fiscalía del Estado y sin cabida en Servicio Forense- esperaban la construcción de criptas para ser colocados en definitiva, pero la paciencia de los vecinos se acabó y forzó a su alcaldesa a exigir su retiro.
Fue entonces cuando agentes de la Fiscalía llevaron el tráiler a un predio de Tlajomulco, en Tonalá, el 14 de septiembre. Allí, la gente reportó a través de redes sociales el abandono de la unidad cerca de una zona de fraccionamientos y también comenzaron a protestar por el olor a carne putrefacta e incluso aseguraron que de la caja derramaba sangre. Finalmente, la tétrica carga llegó a una bodega de la zona industrial de Guadalajara.
Vanguardia
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