Alcudia, el creador de la frase “piedras de gran calibre”; ¿renunciará?
Por Alejandro Mondragón
El silencio impuesto por el gobierno de Rafael Moreno Valle, después de los hechos violentos del 9 de julio en Chalchihuapan, resultó costoso y gravísimo en términos de opinión pública.
En esos seis días de enmudecimiento se perdió la guerra de la percepción.
En esos cuartos de guerra, donde siempre nacen los genios en estrategia mediática, apareció Héctor Alcudia, flamante vocero de Moreno Valle y director de Puebla Comunicaciones.
Moreno Valle giró la instrucción para que el secretario general de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, saliera a dar la cara, a efecto de fijar la versión oficial basada en la criminalización de los pobladores y presentar a los policías como víctimas.
Y Alcudia pasará a la historia de Puebla, sin ser poblano, sólo compadre del senador Javier Lozano Alarcón, por crear esa frase que convirtió en hazmerreír a Luis Maldonado y significó el inicio del escarnio mediático contra Moreno Valle.
Héctor Alcudia introdujo al discurso del secretario General de Gobierno que las piedras fueran de “gran calibre”, eso es contundente, dijo mientras sacaba su espejo de mano y se revisaba las cejas.
Me parece que este personaje vive horas extras en Puebla, a pesar de que su padrino Roberto Moya, secretario de Finanzas, lo trajo a Puebla como una luminaria.
Reverenda pendejez eso de las piedras de gran calibre, mientras la policía dispara armas con balas de goma, caucho y cilindros de gas.
Puta insensibilidad de un burócrata, quien por dignidad debió renunciar hace unos días, en lugar de ofrecer disculpas en las reuniones privadas de gabinete.
“Me equivoqué; me disculpo”, balbuceó mientras hacía pucheros. Dio pena ajena, me cuenta un asistente.
Trajeron a Alcudia por sus grandes relaciones en medios nacionales, pero ahí también el gobierno de Puebla fue derrotado en la guerra mediática.
Eso sí, Alcudia también fue el encargado de las redes sociales. Compró anuncios en Google, MSN y utilizó bots y trolls para contrarrestar la crítica y culpar a la diputada Roxana Luna en twitter y Facebook.
Fue aplastada su estrategia.
Para puras vergüenzas.
Alcudia en el año 2000 andaba desolado, pues con la derrota de Francisco Labastida Ochoa, como priista que era, ante Vicente Fox, sólo alcanzaba a decir a quien lo quería escuchar:
“Mi futuro será vender biblias, después de esta derrota”.
Le hubiera ido mejor, porque como asesor es una vergüenza.
Nota bene 1:
Ahora falta saber quién fue el genio de la comunicación que le recomendó al gobernador mantenerse callado, tras los hechos violentos, con el argumento de que los temas no duran más de tres días si además se le hace vacío en los medios incómodos.
En esta decisión se perdió algo más que el 2018. La araña investiga.
Nota bene 2
En dos entregas anteriores me referí a Alcudia y pregunté si alguien sabe su nombre. Después de conocer que fue el responsable de aquella pendeja frase de “piedras de gran calibre” me queda claro que Héctor Alcudia no se me vuelve olvidar, como tampoco a Moreno Valle y menos a Luis Maldonado.
Nota bene 3
Pregunta, ¿ooootro golpe de Moya contra Maldonado, la asesoría de Alcudia?
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